No faltaron el Cielito Lindo y Las Golondrinas con mariachi
Los patrocinadores colmaron todos los rincones del inmueble
Lunes 17 de mayo de 2010, p. 3
Con música de mariachi y el ingreso de sus familiares a la cancha fueron despedidos los jugadores del Tri, luego de vencer por la mínima diferencia a Chile, en el cotejo que marcó la salida a la gira europea, previa a la cita del 11 de junio contra Sudáfrica en Johannesburgo.
El partido del adiós se convirtió en el banderazo de salida para el interminable desfile de patrocinadores que ayer colmaron todos los rincones del estadio Azteca. Empresas telefónicas, cerveceras, constructoras, refresqueras, bancos, marcas de autos y un sin fin de firmas tapizaron el inmueble con decenas de edecanes que competían por los mejores espacios.
Al interior, las pantallas gigantes transmitieron hasta la saciedad videos de la selección nacional con el técnico Javier Aguirre como el gran líder y sabio guía, en los que se hizo apología del equipo que participará en el próximo Mundial.
Una hora antes del juego las tribunas ya estaban abarrotadas, las banderas mexicanas ondearon por todos lados hasta pintar una gigantesca estampa septembrina, redondeada con papel picado al son de El rey, Caminos de Michoacán y toda una gama de tonadas jaliscienses.
Al medio tiempo la alfombra verde se pobló de aroma africano con acróbatas sobre zancos con los cuerpos pintados con franjas blancas y negras y cabezas de cebra, mientras otros se vistieron de jirafas, rinocerontes y gigantescos chimpancés con penachos.
Así, llegar de México a Sudáfrica resultó fácil, al tiempo que en la pantalla gigante se reproducía el video del cantante Emanuel con el tema Bam Bam voy por ti.
Luego de los abucheos al Bofo, quien falló a bocajarro una de las últimas opciones, la fiesta se instaló. Los jugadores se congregaron en el centro, intercambiaron playeras con los chilenos y los fotógrafos no atinaban a dirigir sus cámaras hacia Guillermo Ochoa con su novia, a la familia Torrado, al Chicharito y su abuelo Tomás Balcázar o al Vasco...
Marcelo Bielsa se despidió con una fría palmadita a Aguirre, pero se fundió en emotivo abrazo con Cuauhtémoc Blanco, su ex pupilo en el América, antes de encaminarse hacia el vestidor.
En las tribunas nada más fue cosa de escuchar el silbatazo final y enseguida volaron toda clase de líquidos, agua, cerveza y vasos. Las cornetas, obsequio de los patrocinadores, llenaron de ruido el ambiente.
Los mariachis se instalaron a un costado de la cancha y entonaron el Cielito Lindo, México lindo y querido y Las Golondrinas, y junto a ellos se desplegó una manta con la leyenda: Nuestro corazón se va con ustedes
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La gente comenzó a salir, recorrió las rampas cantando el Ay, ay, ay, ay, canta y no llores...
sin hacer caso de la ya tupida llovizna.