Toluca, Méx., 21 de mayo. Entre el 22 y el 30 de marzo, por la recámara de Paulette Gebara Farah pasaron empleados, amigos y parientes de sus padres, expertos y hasta perros entrenados en buscar personas perdidas; allí se reconstruyó varias veces la desaparición de la niña de cuatro años, y la señora Lizette, su madre, ofreció entrevistas. Nadie se percató que entre el colchón y una estructura de madera al pie de su cama estaba atorado el cadáver de la menor, según concluyeron las autoridades de Justicia que investigaron el caso.

Esta es una cronología de los hechos más importantes ocurridos desde entonces hasta este viernes 21 de mayo en que las autoridades dieron por cerrada la investigación al concluir que se trató de una muerte accidental.

Lunes 22 de marzo. Mauricio Antonio Gebara y Lizette Farah reportaron a su hija como desaparecida. La noche anterior, como cualquier día, su madre y las cuidadoras Erika y Martha Casimiro Cesáreo la habían acostado luego de que la menor regresó a su hogar tras pasar el fin de semana con su papá en Valle de Bravo. Horas después, personal de la Procuraduría General de Justicia del estado de México (PGJEM) acudió al departamento de la familia, ubicado en el Conjunto Porto Vita 2, en Interlomas, municipio de Huixquilucan.

24 de marzo. En una campaña mediática para localizar a su hija, los padres ya tenían colocados más de 20 anuncios espectaculares y decenas de mantas con la foto de la menor en puentes peatonales del Distrito Federal y zona conurbada. También recurrieron a Internet.

26 de marzo. El procurador Alberto Bazbaz Sacal estuvo en el cuarto de Paulette sin detectar nada extraño. La niña no había sido localizada en el departamento porque confiamos en las declaraciones de quien denunció la desaparición, declaró días después.

27 de marzo. Lizette Farah dejó entrar a reporteros a su departamento. Existen imágenes de tele- visión donde habla de la desaparición de su hija, sentada en la cama donde días después se halló el cadáver. En una ocasión declaró que no entendía cómo pudo desaparecer la niña sin que nadie se diera cuenta, pues la víctima padecía discapacidad motriz y de lenguaje. Ni modo que se la hubiera llevado Harry Potter, dijo. Ese sábado fue el último día que se permitió a la familia permanecer en su domicilio.

29 de marzo. La PGJEM solicitó arraigar a los padres y a las nanas con el argumento de que existían inconsistencias y contradicciones en sus declaraciones. Incluso han incurrido en falsedad, señaló Bazbaz Sacal.

30 de marzo. Durante la madrugada los cuatro ingresan al centro de arraigo de la PGJEM, en Toluca.

Cerca de la medianoche de este mismo día, agentes ministeriales que por quinta ocasión visitaban el departamento, encuentran muerta a Paulette en el departamento donde vivía con su madre, quien de víctima y testigo pasó a ser indiciada por homicidio, pues se descubrió que la menor fue asesinada por asfixia mecánica por obstrucción de fosas nasales y compresión toracicoabdominal.

31 de marzo. Con ayuda de una sicóloga, Bazbaz Sacal incriminó a Lizette Farah. Ambos comentaron que presentaba un trastorno de personalidad que se advirtió durante interrogatorios y entrevistas que concedió durante los días en que estuvo desaparecida su hija, donde se mostró tranquila, fría y distante ante los hechos. Vimos imágenes de la señora Lizette dando entrevistas sentada en la cama donde se halló el cuerpo, recalcó.

2 de abril. Fuentes de la PGJEM manifestaron que se desconoce el paradero de un hombre, presunto amigo de la madre de Paulette, quien ha sido requerido por el Ministerio Público. Quien sí compareció fue una presunta amiga de la madre, que acompañó a ésta incluso durmió en la cama de Paulette cuando ya estaba desaparecida.

3 de abril. Después de una semana durante la cual se difundió que la familia Gebara Farah tenía vínculos con gente poderosa económica y políticamente, el caso dio un vuelco. Cerca de la medianoche la PGJEM solicitó al juzgado tercero de lo penal de primera instancia, con sede en el penal de Barrientos, en Tlalnepantla, levantar el arraigo contra los padres y las nanas de la menor, pues han cambiado las condiciones que dieron lugar a dicha medida cautelar.

4 de abril. Los cuatro abandonaron el arraigo y el procurador cambió su versión al declarar que no existían elementos para determinar que se trataba de un homicidio y sugirió una nueva hipótesis: la muerte accidental. No obstante, Lizette salió custodiada por dos patrullas y seis policías ministeriales. Por la tarde, el cuerpo de la menor fue entregado a Christopher y Tony Gebara, hermanos de Mauricio Gebara, quienes la velaron ese día y al siguiente (5 de abril) correspondió hacer lo propio a los familiares de la madre.

6 de abril. Sin la presencia de la familia paterna, es sepultado el cuerpo de Paulette en el panteón Francés de la ciudad de México. La madre de la menor encabezó el cortejo fúnebre, acompañada de su hermana Arlette y custodiada por empleados del cementerio.

Después de las exequias se vino una avalancha de especulaciones y desinformación, provocadas por la misma procuraduría, que filtraba avances sobre las líneas de investigación, principalmente a Televisa. Mauricio y Lizette alimentaron el enrarecimiento del caso al incriminarse uno al otro, en entrevistas concedidas a la radio y televisión.

Se dijo que la madre tenía un amante. Que Lizette Farah había pasado el fin de semana con su amiga Amanda de la Rosa y su amigo en Los Cabos, mientras la niña estaba con su padre en Valle de Bravo.

Luego se comentó que el padre Mauricio Gebara debía mucho dinero y se filtró la información de un posible autosecuestro planeado por los padres, para poder saldar las deudas.

Mientras los padres ventilaban sus diferencias en horario triple A de la televisión, las cuidadoras se refugiaron en Villa Nicolás Romero, municipio de donde son originarias. Aseguraron que varias veces buscaron a la niña en la habitación y señalaron que era imposible que estuviera en el lugar donde fue hallado el cadáver.

Por órdenes del gobernador, Enrique Peña Nieto, el procurador Alberto Bazbaz dejó de dar entrevistas. Las últimas las concedió el 4 de abril a las dos televisoras, donde aseguró que el crimen sería resuelto con ayuda científica. Pidió apoyo a las procuradurías General de la República, del Distrito Federal y de Nuevo León, y hasta el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos.

21 de mayo. Dos meses después de la desaparición de Paulette, el procurador confirmó que todo fue un accidente.