Muchos de los sepultados en Arlington cayeron durante invasiones a México, señalan en la UNAM
ofende la memoria nacional
En la UAM opinan que la visita del Presidente al cementerio militar es un gesto de reconciliación
Sábado 22 de mayo de 2010, p. 8
Los honores que el presidente Felipe Calderón rindió a los soldados desconocidos en el Cementerio Nacional de Arlington ofen- den la memoria histórica
del pueblo mexicano y representan pérdida de la soberanía nacional en las relaciones bilaterales en materia militar, consideraron especialistas universitarios.
El que Calderón haya roto la tradición de que ningún mandatario mexicano homenajeara a esos soldados, muchos de ellos caídos en invasiones a México, representa un cambio drástico del gobierno respecto de convenios militares con Estados Unidos
, afirmó el politólogo y coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos (Cela) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José María Calderón Rodríguez.
Señaló que el Ejecutivo federal no debió rendir esos honores porque el país tiene que mantener distancia respecto del ejército estadunidense, así como una posición crítica con su política imperialista
en el mundo.
Teresa Castro Escudero, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y especialista en cuestiones militares en América Latina, sostuvo que la visita de Calderón a Arlington ofende la memoria nacional, porque ahí están sepultados quienes combatieron a los mexicanos, y homenajearlos es como legitimar el intervencionismo de Estados Unidos
.
Agregó que esa acción constata la falta de liderazgo de Calderón para defender los intereses nacionales frente a Estados Unidos, por lo que, con esa visita, el Ejecutivo envió la señal de rendición incondicional
hacia su país vecino.
Sin embargo, otros académicos interpretaron el homenaje de Calderón en la Tumba del Soldado Desconocido como un gesto de reconciliación y solidaridad.
Laura del Alizal, catedrática de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y especialista en relaciones bilaterales México-Estados Unidos, afirmó que la visita al panteón militar es un mensaje para cerrar viejas heridas, sin que esto implique que se pueda borrar el pasado, pero sí aprender a superar el encono
.
Agregó que el homenaje fue un gesto que no se puede analizar de forma aislada en el contexto de la visita del Presidente al país vecino. Fue una estrategia muy bien planeada. Se hizo un esfuerzo muy grande para que la opinión pública estadunidense perciba que la relación entra ambas naciones es más cordial y menos tensa, pese a la difícil agenda migratoria y de seguridad
.
México –recordó– ha sido aliado de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, por lo que no se trata de un cambio radical de política exterior, sino más bien de ir proponiendo cerrar capítulos, por muy dolorosos que sean, y ver hacia el futuro en la relación de ambos países, sin que esto implique olvidar el pasado, pero tampoco quedarnos atrapados
.
Por su parte, Pedro Lavariega, experto en derecho internacional de la UAM-Azcapotzalco, consideró la visita como un acto de solidaridad
que han tenido otros mandatarios de América Latina, y que en México se propuso en varias ocasiones, aunque ésta fue la primera vez que se concretó
.
En su opinión, no hay ninguna intención de generar una afrenta a la memoria de los connacionales caídos en conflictos con Estados Unidos; por el contrario, se trata de un mensaje de cordialidad, paz y respeto a la bilateralidad, pero sobre todo es un claro mensaje de que en la administración del presidente Barack Obama se busca una relación mucha más tersa y amigable
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