Su teatro se basa en la lucha contra la injusticia
, dice el director
Elijo una obra porque la amo profundamente y devuelvo al autor ese amor, pero jamás con la idea de respetarlo, afirmó el dramaturgo en entrevistaFoto Jesús Villaseca
Domingo 23 de mayo de 2010, p. 3
Al director de teatro, actor y traductor Manuel Montoro Tuells (Lorca, España, 1928), quien radica en nuestro país desde 1966, le será conferido el doctorado honoris causa, que otorga la Universidad Veracruzana (UV), el próximo 28 de mayo.
Tal distinción es un reconocimiento a su trayectoria como creador escénico durante 51 años, con más de 50 puestas en escena, así como por su trabajo de formador de múltiples generaciones, labor que ha enriquecido la actividad teatral de dicha universidad.
Siempre ha contado con la colaboración del también creador escénico Guillermo Barclay. De acuerdo con el maestro Montoro, en charla con La Jornada, la estética e ideología de su teatro “se basa en la defensa de los derechos humanos, la lucha contra la injusticia y la denuncia de la angustiante pobreza.
Primero tengo que decir que no nací con espíritu de gurú, aunque he trabajado durante estos años con algunos de los mejores actores del país, entre los que se puede citar a Claudio Obregón, Ana Ofelia Murguía y María Rojo, y entre los jóvenes a Alberto Estrella.
Mi manera de trabajar, comparte Montoro, “va siempre encaminada a la búsqueda de una verdad. Huyo del artificio. No soporto las soluciones fáciles ni en la actuación, ni en la puesta en escena. Me han catalogado como riguroso, sin embargo, la cuestión en realidad es que trabajo con rigor como medio, no para llegar a un final riguroso.
“Por otra parte, me acerco mucho al dramaturgo. Me dicen que me acerco al autor con respeto, pero eso no es así: ¿cómo voy a respetar a un autor?; elijo una obra porque la amo profundamente y le devuelvo al autor el amor que he sentido por su obra, pero jamás con la idea de respetarlo estrictamente.
“Abordo una obra de teatro de manera minuciosa. Intento usar mis acotaciones como bisturí, como medio de escisión permanente en la interpretación de los autores y las situaciones teatrales; es decir, escribo aparte una serie de indicaciones que los actores gentilmente respetan.
“Por un lado tengo el texto dramático elegido, dicho sea de paso, no he hecho en mi vida una obra que no quiera. Por otra parte, tengo varias hojas en blanco, sobre las que voy anotando las indicaciones de la obra. Tengo que confesar que a veces mis indicaciones llegan a ser mil 200 o mil 500; a veces llego a tener más texto que el autor; ese es mi sistema de trabajo.
Podría pensarse que con ello el actor podría encontrarse encerrado por un exceso de indicaciones, pero no es cierto, y prueba pública de ello es que en mis más de 50 puestas en escena en México, ni una sola vez un actor o actriz ha reclamado por tal o cual movimiento o desplazamiento.
Manuel Montoro comenzó su formación teatral en las universidades de Madrid, Toulouse, Lovaina y Sorbona. Fue miembro directivo de la Universidad del Teatro de las Naciones, de París, Francia, donde vivió 11 años.
Amplia labor
Sus primeros años en México los pasó en Jalapa, impulsando el arte teatral en la Universidad Veracruzana. Fue director artístico del teatro El Milagro, en su primera época, así como del Rafael Solana, ambos espacios en la ciudad de México. Fue miembro del Consejo Ejecutivo del Instituto Internacional del Teatro de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y en 2000 recibió la medalla Mi vida en el teatro, que otorga ese organismo.
En 21 ocasiones ha recibido el premio a mejor director del año por distintas asociaciones de la crítica teatral mexicana. Recientemente fue nombrado codirector, junto con Guillermo Barclay, del Teatro de la Ciudad, en Jalapa. espacio que ha sido remodelado, con capacidad para 300 personas, y que en septiembre próximo abrirá sus puertas con la puesta en escena de Vientos sobre las aguas.
El doctorado honoris causa a Manuel Montoro le será concedido de igual manera al compositor y cantante cubano Silvio Rodríguez, al historiador Eusebio Leal Espengler, al especialista español en comunicación Mateo Valero y al experto en educación Gilberto Guevara. La primera de las dos ceremonias de reconocimiento se realizará el 28 de mayo en la Universidad Veracruzana.