Domingo 23 de mayo de 2010, p. 3
En las pasadas 24 horas –entre viernes y sábado– han sido trasladados al hospital cinco electricistas del grupo que se encuentra en huelga de hambre en el Zócalo capitalino.
Durante 28 días se han retirado, por complicaciones en la salud, 12 trabajadores de los 80 que han participado en este ayuno colectivo, sin precedente, en la Plaza de la Constitución. De manera simultánea, otros 13 electricistas iniciaron esta forma de protesta en Toluca, estado de México.
La salida de algunos fue necesaria porque presentaban alteración en la presión sanguínea, cuadros de taquicardia, afecciones renales y problemas gástricos severos, entre otras descompensaciones.
Sin embargo, aclara Humberto Montes de Oca, secretario del Interior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), nuestra resistencia no debe medirse por el número de huelguistas sino por la muestra que están dando al gobierno y al pueblo de México de férrea defensa de sus derechos laborales y del carácter público de la industria eléctrica
.
La incorporación al ayuno (sólo toman agua, miel y suero) fue escalonada, en grupos de 10 cada día, desde el 25 de abril pasado. De esa primera decena quedan cuatro y, de las 10 mujeres, sólo ha salido una.
Por ello, pese al retiro de algunos, la dirigencia del SME valora si abre o no la etapa de ingreso de otros trabajadores que acreditaron buena salud y se declaran listos para protestar de esta manera. Son decenas los que están aptos y en primera línea de espera para sumarse al ayuno.
La protesta, considerada por los médicos como extrema por las condiciones a las que se somete al organismo, inició hace casi un mes en repudio a la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), otrora fuente de empleo de más de 44 mil trabajadores.
Un decreto presidencial dio por concluida la vida de ese organismo para trasladar sus operaciones, en la zona central del país, a la Comisión Federal de Electricidad.
Tras la intempestiva toma de LFC la noche del 10 de octubre, con el apoyo de la Policía Federal, el gobierno ofreció a los trabajadores un finiquito con bono adicional, como principal atractivo
para que aceptaran firmar su liquidación.
No obstante, al cierre del año, casi 18 mil trabajadores –de la plantilla de más de 44 mil– decidieron no cobrar y permanecer en lucha; algunos interpusieron demandas por despido injustificado y/o por la reinstalación en CFE, bajo la figura de patrón sustituto, y miles más se adhirieron a la solicitud de amparo promovida por la dirigencia del SME, encabezada por Martín Esparza.
Este trámite fue rechazado en principio por un juzgado de distrito, pero debido a la importancia del caso, es analizado actualmente por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual deberá definir si el decreto presidencial es constitucional.
Durante los siete meses tras el decreto, el SME ha encabezado decenas de protestas que han recibido lo mismo el rechazo de diversos sectores que el apoyo de otros, como organismos y sindicatos del país y el extranjero.
Quizá por las altas temperaturas del viernes, el estado de salud de varios se afectó aún más, por lo que hasta anoche había 68 huelguistas en el Distrito Federal y cuatro en Toluca.
Este mismo viernes, los huelguistas y la dirigencia del SME se reunieron para tratar de mejorar las condiciones del campamento instalado en el Zócalo. Pese a las condiciones adversas, predomina el alto espíritu de lucha de este movimiento que ya trasciende las fronteras
, dijo Montes de Oca.
Estamos firmes, agregó, hasta la devolución de nuestro empleo y el respeto a nuestro contrato colectivo y organización gremial.
Lo cierto es que el criterio numérico no nos ayuda y mucho menos nos define. Hay muchos compañeros esperando que les demos luz verde para incorporarse a la huelga; aquí lo importante es que el ayuno ya tiene un impacto en la sociedad, como muestra de que puede haber resistencia ante actos autoritarios del gobierno
, señaló el dirigente.
Por lo pronto, pese a las bajas, la huelga de los electricistas sigue teniendo carácter indefinido
.