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Ver día anteriorLunes 24 de mayo de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El futuro de los combustibles fósiles
L

os combustibles fósiles permanecen como las fuentes dominantes de energía primaria, en todo el mundo, en el escenario de referencia empleado en el aumento total de la energía, entre 2007 y 2030. En términos absolutos, el carbón se ve, por mucho, como el más grande incremento de proyección de demanda seguido por el gas y el petróleo. De cualquier manera el petróleo permanecerá como el más grande porcentaje en la mezcla de combustibles primarios hasta 2030. Ésta es una especie de introducción en el Panorama Mundial de la Energía, de la Agencia Internacional de Energía, la cual es el brazo técnico de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este estudio se hizo por acuerdo del G-20, se elaboró en diciembre de 2009 y suponemos que no tardará en salir a la opinión pública en este 2010.

En términos absolutos, el petróleo permanecerá como el más grande combustible en las mezclas primarias hasta 2030, aunque caerá hasta 30 por ciento del actual 34 por ciento. La demanda de petróleo (excluyendo los biocombustibles) se proyecta que crecerá más o menos uno por ciento en promedio anual, que se estima en 85 millones diarios, o en 105 millones de barriles por día en 2030. Todo el crecimiento viene de los países no pertenecientes a la OCDE; por el contrario, esa organización se cae en cuanto a demanda. Otro hecho que hay que tomar en cuenta es que el aumento en la demanda de petróleo se deberá 97 por ciento a la del sector transportes.

La demanda eléctrica mundial se proyecta que crecerá a una tasa anual de 2.5 por ciento hasta 2030. Se han realizado, según estadísticas disponibles, adicionalmente 4 mil 800 gigavatios para 2030, que son casi cinco veces la capacidad en Estados Unidos.

Los aumentos o adiciones (de 2.8 por ciento del total actual) se estarán dando principalmente en China.

El carbón pertenece a la columna vertebral del sector potencia y su parte de la generación actual aumenta hasta 44 por ciento en 2030. La generación actual nuclear de potencia se da principalmente en una mezcla por tres puntos. La producción anual nuclear crece en las regiones mayores, bloqueando a Europa, la región que se carateriza en su caída en la generación.

El uso del modelo moderno de tecnologías de generación de energía renovable no hidráulica (incluyendo en estas consideraciones la energía solar, la del viento, geotérmica y de las mareas, así como de bionenergía) parece ser la tasa de crecimiento más alta en la generación de potencia, en el escenario de referencia.

La parte de la energía renovable no hidráulica en términos de generación global aumentará de 2.5 por ciento en 2007 a 8.6 por ciento en 2030, con el poder de la generación del viento con el más absoluto crecimiento. El consumo de biocombustibles por transporte también aumentará fuertemente. La parte de la potencia proveniente del agua, por contraste, cae de 16 a 14 por ciento.

La inversión en energía en todo el mundo ha sufrido una notable disminución y la demanda cae, de tal manera que debilita semanalmente tanto a los productos por venta de energía como una notable alteración negativa en el flujo de caja correspondiente. Todos estos factores son consecuencia directa de la crisis económica y financiera que se presentó a finales del año pasado, y que si bien en algunos países importantes se considera controlada o en vías de serlo, no se puede decir lo mismo, por ejemplo, de Grecia, en cuyo rescate han acudido tanto Reino Unido como Estados Unidos. Dicha crisis ha afectado seriamente a varios países del mundo, sobre todo en Europa, por supuesto.

La inversión en energía en todos los grandes consumidores del mundo se ha visto afectada, es decir, disminuida en relación con las inversiones del año anterior, y la proyección del flujo de caja corriente se prevé y se esperan todavía efectos negativos, tanto para finales del presente año como hasta 2011. Mientras ahora es cuando más sería necesario reforzar la inversión financiera, sobre todas las cosas en alguna fase de un proceso que se espera que produzca un aumento general a la creciente demanda de energía. Es ahora mismo cuando se requiere redoblar los esfuerzos en la investigación y en el uso de nuevas tecnologías, pues es bien sabido que los aceites delgados están escaseando en todo el mundo y se hace necesario enfilar las perforaciones a aguas profundas, que si bien puede finalmente dar resultados positivos, tambien es cierto que el cambio de los aceites a refinar hacia los más pesados, exigirá también nuevas tecnologías en el proceso de refinación en el uso de los combustibles así obtenidos.

En Estados Unidos se dio el caso, considerado prometedor, de que el Congreso autorizó iniciar nuevas perforaciones en la vertiente norte de Alaska, en Bahía de Hudson, lo cual se negó sistemáticamente al presidente Bush, argumentando razonamientos de orden ecológico, lo cual es algo tomado con mucha seriedad en Alaska. También se aprobaron nuevas zonas de perforaciones en la costa este estadunidense, con claras definiciones hacia el norte, ya cerca del estado de Nueva Jersey, si no me equivoco.

Tratando de ser más breve, podemos afirmar que no está resuelta, ni financiera ni tecnológicamente, en todos sus aspectos, la extracción de petróleo y su refinación, así como tampoco, hacia los años de 2030 y 2050, el difícil caso de la disminución de las emisiones de CO2.