La Arquidiócesis de México advirtió al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que de no modificar la encuesta en materia religiosa del Censo de Población y Vivienda 2010 –que comenzará la semana próxima–, la Iglesia católica tendrá todo el derecho a iniciar una campaña de boicot para que sus fieles no participen.

Esa medida es porque en la metodología del instituto no son claras las opciones para definir la pertenencia a la Iglesia católica en México, refirió el arzobispado en su semanario Desde la fe.

En el editorial de la publicación, consideró que el censo está destinado al fracaso, debido a la ausencia de una metodología apropiada, al menos en lo que al rubro religioso compete, pues su clasificación evidencia la falta de profesionalismo en el Inegi y una forma amañada de manipular los números con fines perversos particulares.

Detalló que, a pesar de que el registro de la asociación religiosa ante la Secretaría de Gobernación señala claramente Iglesia Católica, Apostólica y Romana en México, el Inegi rasuró de su encuesta el apellido de nuestra Iglesia.

Además, los adjetivos que la feligresía católica aplica en el credo fueron colocados arbitrariamente a una supuesta Iglesia Católica, Apostólica y Romana Reformada, cuyo registro en Gobernación, incluso, no aparece en el directorio de asociaciones religiosas de 2009.

Por ello, en el censo que se efectuó con carácter nacional en 1895, la encuesta resulta tramposa y deja en claro el objetivo de disminuir estadísticamente a la Iglesia católica, apuntó.

De utilizarse la actual clasificación del Inegi, manifestó, en México tendrían más fieles otras asociaciones religiosas, y a partir de las cifras que resulten, los acérrimos enemigos de la Iglesia católica tendrán en sus manos las esperadas herramientas para intentar restar fuerza a una institución que, pese a todo, continúa manteniéndose como una de las más respetables y con el mayor número de fieles en el país.

Para corroborar el aparente debilitamiento estadístico de la Iglesia católica, sostuvo que realizó ejercicios estadísticos en parroquias del Distrito Federal y oficinas del Arzobispado, donde su feligresía fue consultada sobre el credo religioso que profesa, mostrándoles las mismas opciones que en los próximos días un representante del Inegi presentará en los domicilio.

El resultado fue verdaderamente alarmante, ya que (en parroquias) sólo dos de 10 católicos respondió correctamente y en el Arzobispado sólo tres de 10 encuestados eligió la opción correcta, destacó.