Las familias cuyas viviendas fueron destruidas este fin de semana en el predio La Angostura, de la delegación Álvaro Obregón, fueron reubicadas en otras casas en el mismo terreno, excepto dos que no pertenecen a la organización, aseguró la lideresa Rosa María Ayala.

En un recorrido por la zona, Ayala indicó que los inconformes son parte de un grupo de disidentes que había ocasionado gran malestar en la comunidad, por lo que hace tres años, en una asamblea, se decidió su expulsión.

De hecho, aseguró, ya no vivían en el predio y sólo acudían a trabajar en un taller mecánico, en el que tenían alrededor de 12 vehículos chatarra, que también fueron retirados. Tenían un muladar, acudieron a Derechos Humanos y les dije que vinieran y que vieran cómo tenían sus jacales y unos carros que estaban arreglando. Cómo era posible que dijeran que ahí vivían, apuntó.

Si hubieran querido, hubieran participado con nosotros y ya tuvieran su vivienda, pero era gente que sólo daba problemas, azuzados por grupos ajenos a la organización, apuntó.

Explicó que el reacomodo forma parte del acuerdo que se pactó con el Gobierno del Distrito Federal para liberar el espacio donde se construirá la supervía poniente, por lo que espera que cumpla con su compromiso y expropie el terreno para regularizarlo.

En total, agregó, serán 300 las viviendas de láminas de cartón las que serán reubicadas en el predio.

Siempre bajo la supervisión de la lideresa, algunos de los afectados aseguraron que la reubicación se dio previo acuerdo. Quienes se inconformaron no es gente de aquí, sólo quiere afectar el proyecto, apuntó un señor llamado Alejandro, quien con sus cinco hijos y esposa trasladó sus pertenencias a una vivienda en proceso de construcción.

Enmedio del predio, ayer aún se podía observar a la maquinaria pesada remover el cascajo y los restos de las viviendas destruidas el pasado fin de semana.