En contraste con lo informado el domingo por la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, de que ningún joven había resultado herido en una riña ocurrida dentro de la Comunidad de Diagnóstico Integral para Adolescentes, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Luis González Placencia, informó que seis internos fueron golpeados por servidores públicos de la institución.

Explicó que personal de la CDHDF entró al centro la tarde del domingo, cuando sucedió la riña, y constató lo anterior, además de que los jóvenes se quejan de la mala alimentación que reciben. Por ambos hechos, el organismo inició una queja de oficio.

El ombudsman capitalino señaló que algunos de los muchachos afectados recibieron golpes y/o fueron afectados por los métodos que se emplearon para controlarlos, como el uso de gas pimienta.

Sobre los servidores públicos responsables de estas agresiones, González Placencia explicó que se trata de un grupo grande de los llamados guías técnicos.

Nosotros ya solicitamos la información de manera formal, para saber cuántos, quiénes y por qué actuaron así.

Sobre la situación en que se encuentran los jóvenes infractores en este centro, dijo que los visitadores de la CDHDF se han percatado de que el número de internos es aún muy alto, y mientras eso persista, hay condiciones para que haya motines.

Agregó que es necesario reformar la Ley de Justicia para Adolescentes y crear la figura de juez de ejecución, para que sea una autoridad jurisdiccional la que vigile las condiciones en las que se realiza la privación de libertad de estos jóvenes.

Otra cosa muy importante, agregó, es que se abran las posibilidades para que la mayoría de estos jóvenes pueda cumplir sus penas en libertad.

Hoy es relativamente sencillo que el Ministerio Público califique de graves los delitos que cometen los jóvenes, lo que implica que no tienen la posibilidad de recurrir a otras alternativas de privación de la libertad, entonces hay más internados, con las dificultades que conlleva el encierro, los problemas en la alimentación, las condiciones generales de vida en los centros, y todo eso es, desafortunadamente, generador de violencia.

La Comunidad de Diagnóstico Integral para Adolescentes tiene 330 jóvenes, de los cuales 92 por ciento ingresó por el delito de robo.