Tras reconocer que la población está desesperanzada y se siente inmersa todavía en la crisis económica, el presidente Felipe Calderón pidió a los empresarios del Consejo de la Comunicación infundir certidumbre y confianza, sin mentir ni engañar, pero con objetividad.

Al celebrar medio siglo de existencia de esta asociación, que reúne a las empresas más poderosas del país, les pidió revolucionar la actitud de los mexicanos para dejar atrás sombras, prejuicios, dudas, miedos que nos atrapan y detienen.

Después de elogiar al Consejo de la Comunicación por su festejo de oro y por sus campañas a favor de la unidad y de levantar el ánimo, Calderón se mostró preocupado debido a que México retoma con fuerza la ruta del crecimiento, pero esto no se ha traducido en una percepción positiva de la población.

La gente, a partir de lo que ve, a partir de lo que oye, quizá mucha de ella sigue pensando que seguimos inmersos en una enorme crisis y, peor aún, que eso no tiene remedio. Una población desesperanzada en muchas de sus vertientes fundamentales, admitió ayer el michoacano.

Al igual que hizo con los banqueros hace un mes, Calderón ahora llamó a los empresarios a que contribuyan a cambiar la percepción de la gente, ya que su falta de confianza tiene impacto negativo en la economía del país.

En su afán de convencer a la iniciativa privada de contribuir a este objetivo, aseguró que sus ventas aumentarán, al depender de dos variables: la situación económica del país y la confianza del consumidor en la misma.

Puso el ejemplo de un consumidor o de un empresario que no compran bienes o maquinaria porque perciben una realidad adversa.

Desde la perspectiva del Presidente, esta situación genera una paradoja: aunque la economía está creciendo enormemente en el mercado externo, no crece al mismo ritmo en el mercado interno, en el consumo nacional, precisamente, porque no hay confianza del consumidor.

Con este argumento, señaló que es clave infundir en la gente la certidumbre y la confianza de dónde estamos, sin mentirle, sin engañarle, simple y sencillamente dando un balance objetivo de la realidad que estamos viviendo.

También los felicitó por la campaña maravillosa que han hecho para promover el comportamiento honesto entre los ciudadanos, ya que no puede haber policías para seguir todos los actos de las personas.

Por eso los invitó a continuar con campañas que contribuyan a transformar y revolucionar la actitud de los mexicanos, para despertar en ellos un espíritu de lucha, un sentido de orgullo, un sentido de confianza en nosotros mismos, un sentido de triunfo.

La idea, dijo, es que siembren en los mexicanos la semilla del respeto a los demás, la semilla de amor al país, la semilla de confianza en nosotros mismos, en nuestra economía, en nuestra sociedad y en nuestro futuro.

Después de comer en privado con los empresarios y con el presidente del Senado, el perredista Carlos Navarrete –sentado a su lado– y miembros de su gabinete, había señalado que empresas, instituciones y sociedad necesitamos jugar en un equipo que somos México, y convocó a alzar la mirada y ser capaces de diferencias o desencuentros.

Empresarios piden convertir la alianza educativa en ley

González Guajardo llamó a aprovechar la voluntad mostrada por el gobierno y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al comprometerse con la Alianza por la Calidad de la Educación, una vez que han argumentando con claridad que el sistema educativo está en crisis y requiere una restructuración profunda.

Demandó sumar a diversos actores para tomar medidas más audaces y llevar los acuerdos de la alianza a ley, para que todas las plazas educativas sean concursadas, incluyendo supervisores y directores, y que los incentivos estén basados en los resultados de los alumnos. También se manifestó por poner en marcha una verdadera cruzada nacional por la capacitación y la dignificación de los maestros.