La agudización de la crisis financiera en Europa se convirtió en un foco rojo para la recuperación de la economía mundial, puede afectar el crecimiento de Estados Unidos y, en esa medida, el de México, consideró Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.

Si la crisis en Europa tiene impactos mundiales, esto podría afectar a Estados Unidos y en consecuencia detener la recuperación que está teniendo México, dijo. No obstante, añadió que por ahora el banco central considera que existe un riesgo bajo de que las dificultades de algunos países de la Unión Europea se trasladen a la economía mexicana.

El gobernador Carstens expuso que Europa sólo es destino de alrededor de 5 por ciento del total de exportaciones mexicanas, cuyo valor no llega a uno por ciento del producto interno bruto. Por ello, dijo, los canales directos de contagio entre los países europeos con dificultades fiscales y de deuda y México son limitados.

En general, la actividad económica en México se ha mantenido y manejado muy bien; ésa es una buena razón para saber que contamos con buenos argumentos para seguir pensando en la recuperación, comentó en un foro organizado por ProMéxico y la American Society/Council of the Americas.

La economía mexicana, aseguró, está bastante protegida ante la crisis que se ha agudizado en las últimas semanas en países de Europa, como Grecia, España y Portugal, afectados por deudas públicas crecientes y un aumento de su déficit fiscal. Los problemas en Europa podrían tener cierta incidencia en la recuperación mundial. El riesgo ha aumentado y hay que seguir de cerca la situación, dijo.

Sostuvo que, al margen de la situación en Europa, la recuperación de la economía mexicana ha sido mayor a lo anticipado hace apenas unos meses, en especial en los sectores industrial y de servicios. El motor principal, añadió, son las exportaciones no petroleras, que ya rebasaron los niveles de 2008. En el sector interno, añadió, la reactivación ha sido más lenta aunque ya se ve.