La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, rechazó ayer que el gobierno de México pueda impulsar un boicot económico contra el estado de Arizona, como lo promueven diversas organizaciones sociales, para que autoridades de aquella entidad estadunidense den marcha atrás a la ley antimigrante SB 1070.

México, agregó la funcionaria, es un país que cree en el libre comercio y siempre está dispuesto a cumplir con sus obligaciones. Desde el gobierno sería muy difícil pensar que podemos cerrar la frontera y evitar el comercio con Arizona, subrayó.

En conferencia de prensa, en la que hizo una evaluación de la visita del presidente Felipe Calderón a Washington, la semana pasada, dijo estar muy pendiente de algunas organizaciones y grupos de la sociedad mexicana que están impulsando ese tipo de acciones, y creo que es decisión de los individuos cómo proceder en sus relaciones económicas con Estados Unidos.

Por parte del gobierno, explicó, se fortalecen las capacidades de los cinco consulados de México en Arizona, para brindar asistencia legal a todos los migrantes que podrían verse afectados por la ley, además de que acompaña las demandas contra la legislación con la figura de amigo de la Corte, que permite a la administración mexicana proporcionar aportes sustantivos en las discusiones.

Espinosa Cantellano añadió que en la actualidad existen 14 entidades estadunidenses que promueven legislaciones contra los indocumentados, con distintos grados de avance, y que se da un seguimiento a cualquier tipo de medida que pueda resultar en actos de discriminación contra los mexicanos. Ésta es una de las tareas permanentes que la cancillería lleva adelante en los consulados, enfatizó.

En un salón de la cancillería destacó que los contactos con legisladores no solamente se hacen en el Congreso general, en Washington, sino también en los locales. Hay un trabajo permanente de acercarnos con los congresistas y de trabajar con ellos directamente, puntualizó.

No obstante, recordó que se trata de de un poder independiente que debe respetarse y con el que se trabaja, para que se reconozca la contribución que hacen los migrantes al desarrollo y al bienestar de la sociedad estadunidense.

Según el PRI, la administración panista debe tener una actitud más activa en política exterior

Roberto Garduño

La determinación del gobierno mexicano de no aplicar un boicot contra el estado de Arizona propició críticas por parte de diputados del Partido del Trabajo y del PRD. Demandaron que la administración de Felipe Calderón abandone la pretensión de hacerle el trabajo sucio a Washington.

Francisco Rojas, coordinador del PRI en San Lázaro, expuso que el gobierno panista debería tener una actitud más activa en materia de política exterior, y no sé si el llamado boicot sea la política más activa que debiéramos tener. Me parece que hay asuntos que merecen una mayor atención, y ver todo esto en función de los intereses globales que tiene México con Estados Unidos.

Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, expuso que en primer lugar el libre comercio no es un principio de la política exterior mexicana ni está consagrado en la Constitución, y mucho menos en la Ley de Servicio Exterior.

“Hay un problema de dos niveles. Uno: lo hace el estado de Arizona, que ya expidió una ley conocida de todos, xenófoba y racista. Si concentramos sólo la atención en Arizona, nos estamos equivocando, porque hay 14 estados de ese país que están preparando leyes semejantes.

Me parece que poner demasiado el acento en Arizona es perder de vista que es un problema constitucional. México debiera acudir a los comités de Naciones Unidas encargados de esto: el Comité de Derechos Humanos y el responsable de verificar el cumplimiento de los pactos civiles y políticos.

Muñoz Ledo adujo que la declaración del gobierno mexicano perpetúa el pecado que se cometió desde la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al no anteponerse los principios generales de política exterior, ni obedecer las estipulaciones de la Convención de Viena sobre tratados internacionales.

Yo no hablaría de boicot; creo que habría de hacerse un planteamiento mucho más serio, porque mientras no actuemos localizando el problema de un estado sin ver que se trata de un fenómeno de carácter general, estamos equivocados, y mientras no estemos dispuestos a ejercer presiones también estaremos equivocados.

Con dureza, Alejandro Encinas, coordinador del PRD, calificó de lamentable la postura asumida por el gobierno de Calderón, porque éste debió haber manifestado un extrañamiento o mínimo una censura y condena al gobierno de Arizona por discriminar a los ciudadanos mexicanos.

Más lamentable resulta la actitud que se asumió durante su visita a Washington, donde hubo muchos aplausos pero ningún resultado, y no solamente es esta negativa con el argumento de que no se tienen los votos suficientes para avanzar en la reforma migratoria. Lo que Estados Unidos no tiene es reciprocidad con nuestra relación bilateral.

–¿El gobierno de Felipe Calderón utiliza un doble lenguaje en el terreno de su relación bilateral con Estados Unidos?

–En lo personal no creo que haya un doble lenguaje del Ejecutivo federal; creo claramente que se está privilegiando la relación y la defensa de los intereses del gobierno estadunidense. Creo que tiene que haber reciprocidad para una buena convivencia.