Seúl, 27 de mayo. El ejército de Corea del Norte, que el miércoles rompió todas sus relaciones con Corea del Sur, anunció hoy el fin del acuerdo que apunta a evitar los enfrentamientos armados con esa nación, que a su vez realizó pruebas de defensa contra submarinos, en medio de la crisis provocada por el hundimiento, en marzo, de una corbeta sudcoreana atribuido por una comisión investigadora internacional a un sumergible norcoreano.

El Estado Mayor de Corea del Norte amenazó además con un ataque inmediato si algún barco de Corea del Sur viola la frontera en el Mar Amarillo, y cortó la comunicación de urgencia del teléfono rojo que existía entre las fuerzas navales de los dos países.

Pyongyang también dejará de garantizar la seguridad de los sudcoreanos que viajen a su territorio, y subrayó a la prensa su intención de cortar el acceso al complejo industrial de Kaesong, que comparten ambos países.

La marina sudcoreana, a su vez, efectuó un ejercicio antisubmarino en que participaron 10 buques de guerra, entre ellos un destructor de 3 mil toneladas y tres patrulleros, al tiempo que unas 10 mil personas, entre ellas ex combatientes, se manifestaron en Seúl para pedir venganza por la muerte de los 46 marinos de la corbeta hundida.

Rusia, en tanto, señaló que el expediente de la investigación sobre el hundimiento del buque sudcoreano no puede ser transmitido al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sin pruebas al 100 por ciento, y anunció el pronto envío a Seúl de un equipo de expertos rusos para revisar los resultados de la indagación.

De visita en Brasil, el secretario general de la ONU, el sudcoreano Ban Ki-moon, dijo que sigue de cerca la creciente tensión entre las dos Coreas, y que pidió al Consejo de Seguridad que asuma su responsabilidad de mantener la seguridad, la paz y la estabilidad en la península coreana.