Innsbruck, Aus., 30 de mayo. Siguen las quejas por Jabulani, el balón oficial que se usará en el Mundial de Sudáfrica. Este domingo, Íker Casillas, portero de la selección española, se sumó a los reclamos que ya habían realizado algunos de sus compañeros y sus colegas guardametas de Chile y Brasil, Claudio Bravo y Julio César, entre otros.

Es como un balón de playa, afirmó Casillas, y aseguró que el esférico desarrolla movimientos impredecibles.

No sólo se quejan los arqueros, también los jugadores de campo. Es un poco triste que una competición tan importante como un Mundial tenga un elemento vital como el balón en esas pésimas condiciones, agregó después que su escuadra probó la pelota el sábado, en el amistoso que ganó 3-2 a Arabia Saudita.

El brasileño Julio César fue el primero en manifestar su inconformidad, e incluso comparó al diseño exclusivo con los modelos de plástico que se venden en supermercados. Le siguieron otros porteros, pero durante días recientes también delanteros, defensas y mediocampistas criticaron al Jabulani.

Es muy extraño. De repente le cambia a uno la trayectoria. Es como si no quisiera que le dieran un puntapié. Es increíble, como si lo guiara alguien, explicó el delantero brasileño Luis Fabiano. El ariete italiano Giampaolo Pazzini dijo algo similar y lo consideró un desastre.

Al presentar en diciembre el balón, la empresa que lo fabrica, Adidas, aseguró que utilizó tecnología radicalmente nueva.