La Habana, 1º de junio. Seis opositores presos eran trasladados esta noche a cárceles de sus provincias de origen, en el primer movimiento que realiza el gobierno del presidente Raúl Castro en respuesta a la gestión que realiza la Iglesia católica para lograr la liberación de activistas antigubernamentales.

Antonio Díaz viajaba el martes de una cárcel de la provincia central de Ciego de Avila a esta capital; Félix Navarro salía de Ciego de Avila a Matanzas (occidente); Diosdado González, de Pinar del Río (occidente) a Matanzas; Iván Hernández, de Villa Clara (centro) a Matanzas, Arnaldo Ramos de Sancti Spiritus (centro) a la ciudad de La Habana y José Luis García Paneque de Granma a Las Tunas (ambas en oriente).

La información fue recabada entre las familias de los presos por Elizardo Sánchez, de la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional. Posteriormente la confirmó el Arzobispado de La Habana, en un comunicado en el cual precisó que las autoridades informaron del caso esta tarde al cardenal Jaime Ortega.

Los seis reubicados forman parte del grupo de los 75 detenidos y condenados en juicios sumarios en 2003 y son considerados presos de conciencia por Amnistía Internacional.

Félix Navarro e Iván Hernández son de los integrantes de ese grupo con algunas de las mayores sentencias: 25 años de cárcel para cada uno. José Luis García Paneque tiene una condena de 24 años; Diosdado González y Antonio Díaz, de 20, y Arnaldo Ramos de 18.

Los están llevando de una cárcel de alta seguridad a otra igual, dijo Sánchez. Estarán más cerca de sus casas, pero lo que realmente esperamos es que todos sean liberados.

García Paneque es uno de los más enfermos entre los opositores encarcelados. Según fuentes de la disidencia, el prisionero padece de asma, hipertensión, cólico nefrítico, colitis y trastornos siquiátricos agudos.

Sánchez había informado inicialmente del traslado de Adolfo Fernández, recluido en Ciego de Avila, a La Habana, debido a un reporte del propio recluso, que finalmente no se confirmó.

La decisión de reubicar en cárceles de sus provincias de origen a los presos que están en otras regiones, fue adoptada por el gobierno después de que Castro se reuniera hace dos semanas con Ortega y con el arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García.

Unos días después de esa entrevista, el gobierno informó a Ortega que se preparaban las reubicaciones y que, además, serían internados en hospitales los opositores presos que lo necesitaran. Según fuentes de la disidencia, 11 activistas presos aún están en cárceles fuera de sus provincias y otros 25 requieren de la mayor atención médica.

En declaraciones a la prensa, al día siguiente de su reunión con Castro, Ortega subrayó que no hay compromisos ni plazos, pero que se estaba tratando seriamente la situación de los presos. La Iglesia está interesada en que se produzca un alivio de la situación de los presos, lo que puede incluir la liberación de algunos, dijo el cardenal.