Tegucigalpa. La popularidad de Porfirio Lobo, elegido como presidente de Honduras en elecciones organizadas por un régimen golpista, cayó 10 por ciento debido al fracaso en su lucha contra la violencia delictiva que aflige al país, según una encuesta publicada ayer. Lobo, un hacendado rural y político derechista, asumió el poder en enero con la promesa de unir al divido país tras el golpe militar contra Manuel Zelaya a mediados de 2009, combatir la inseguridad imperante y generar empleos. En una evaluación de su gestión, el mandatario obtuvo 38 por ciento de opiniones entre bien y muy bien; 16 por ciento entre mal y mal; 40 por ciento ni bien ni mal, y 6 por ciento no supo o no respondió, según sondeo de la empresa CID-Gallup publicada por el diario La Prensa. Mientras, dos jueces y otras dos personas que se mantenían en huelga de hambre desde hace 17 días suspendieron su protesta luego que los magistrados de la Suprema Corte de Justicia se negaron a reintegrar a cuatro magistrados despedidos.