Jerusalén, 2 de junio. Sometido a una fuerte presión internacional, Israel aceleró este miércoles la expulsión de los cientos de activistas detenidos en la sangrienta intercepción de la flotilla humanitaria de ayuda a Gaza que el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó de operación terrorista, en un discurso televisivo.

No era un crucero de amor, era un crucero de odio. No era una operación pacífica, era una operación terrorista, declaró Netanyahu al justificar el operativo militar en el que murieron nueve internacionalistas. En respuesta a las críticas y condenas de la comunidad internacional, Netanyahu dijo que Israel, víctima de un asalto de hipocresía internacional, mantendrá el bloque marítimo a Gaza.

Nuestro deber es inspeccionar todos los barcos que llegan. Si no lo hacemos, Gaza se convertirá en un puerto iraní, que será una amenaza real para el Mediterráneo y Europa, afirmó Netanyahu.

El Estado de Israel continuará ejerciendo su derecho a la autodefensa. La seguridad está por encima de todo, agregó Netanyahu, cuyo discurso tuvo lugar después de la liberación de los detenidos.

Ya no hay detenidos en prisión

Ni uno solo de los detenidos sigue en prisión, declaró Yaron Zamir, vocero de la administración penitenciaria israelí.

Unos 527 pasajeros de la flotilla partieron de Israel. En su gran mayoría tomaron aviones con destino a Turquía y los demás tomaron un avión en el aeropuerto Ben Gurion rumbo a Grecia, afirmó a la Afp un portavoz del ministerio israelí de Relaciones Exteriores. Un irlandés, un italiano y un australiano permanecen en Israel por razones técnicas, añadió el vocero. Otros tres aparatos, fletados por Turquía, esperaban en el aeropuerto para transportar a los otros detenidos turcos, indicó el ministerio.

Hay que seguir con el bloqueo marítimo, dijo el jefe de gobierno israelí, mientras que el barco irlandés MV Rachel Corrie navega hacia Gaza y se espera su llegada a principios de la próxima semana.

El nombre de la embarcación es en honor a la joven estadunidense Rachel Corrie, pacifista estadunidense que murió arrollada por una demoledora israelí en marzo de 2003, cuando ella y su grupo intentaban impedir que fuera destruido un hogar palestino en Cisjordania. Este miércoles la estudiante estadunidense Emily Henochowicz, de 21 años, perdió un ojo cuando una bomba lacrimógena israelí le estalló en la cara al participar en una protesta, en un paso fronterizo en Cisjordania, por la intercepción de la flotilla humanitaria.

Un abogado libanés herido durante el asalto a la embarcación con ayuda humanitaria para Gaza, llega a Naqoura, cerca de la frontera libanesa con IsraelFoto Reuters

Otro activista luego de cruzar el puente Allenby, en un punto fronterizo con Jordania. Ambos forman parte de los más de 500 expulsados por el gobierno israelíFoto Reuters

Irlanda exhortó al gobierno israelí a dejar pasar al navío fletado por una organización irlandesa, y que transporta a unos 15 pasajeros, incluida la premio Nobel de la Paz, Mariread Maguire.

El primer ministro británico, David Cameron, consideró completamente inaceptable el ataque israelí. Turquía amenazó el miércoles con reconsiderar sus relaciones con el Estado hebreo si sus ciudadanos no eran liberados antes del mismo miércoles por la noche.

Turquía examina la posibilidad de iniciar juicios contra Israel. En tanto, ministros árabes del Exterior decidieron romper por todos los medios el bloqueo israelí impuesto a Gaza, en una reunión extraordinaria del Consejo Ministerial de la Liga Árabe.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llamó malditos asesinos a los israelíes por el ataque contra la flotilla humanitaria y Nicaragua rompió relaciones con Israel.

Asimismo, el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas condenó el ataque e instó al secretario general de la organización, Ban Ki-moon, a ordenar una investigación.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, calificó el miércoles de terrorismo de Estado el asalto israelí contra la flotilla y dijo que instaría al presidente estadunidense, Barack Obama, a tomar decisiones valientes para cambiar la faz de Medio Oriente. Abbas recibió este miércoles al emisario estadunidense George Mitchell, ante quien afirmó que el bloqueo contra Gaza debe terminar.

El mandatario de Estados Unidos, por su parte, pidió a Israel que se realice una investigación sobre el incidente y que se repatrie a los internacionalistas.