En Estados Unidos existe el miedo a la inseguridad que se vive en México, y a los propios inmigrantes, lo que perjudica la percepción de los estadunidenses sobre este país, señala el empresario hotelero Chip Conley, propietario de la segunda cadena de hoteles boutique más importante de esa nación.

Un ejemplo de ese miedo –dijo– es la ley SB1070 promulgada por el gobierno de Arizona, a la cual el empresario calificó de racista y terrible.

Conley comenzó su cadena hotelera Joie de Vivre en una zona pobre de San Francisco cuando tenía 26 años. Hoy, a sus 50 años, su cadena de hoteles boutique genera al menos 3 mil empleos y más de 250 millones de dólares.

Ayer, sostuvo un encuentro con estudiantes de la Universidad Iberoamericana (UIA), donde habló sobre la importancia del sentido humano al interior de las empresas.

Cuando alguien afirma que su negocio es de máquinas, tecnología, autos, y no menciona a los seres humanos que conforman la empresa, nos encontramos frente a alguien que no sabe reconocer lo verdaderamente importante de su negocio, dijo a la audiencia.

En entrevista posterior a su participación en la UIA, el empresario se refirió a la percepción de inseguridad que se tiene en Estados Unidos referente a México, luego de que empresarios turísticos asentados en el país acusan a la violencia como uno de los factores que han provocado una caída en el ingreso de turistas internacionales.

Conley indicó que no sólo la inseguridad ha detenido el flujo de turistas estadunidenses a México, sino además la crisis financiera que se desató en el último trimestre de 2008.

Por supuesto que la crisis ha mermado la capacidad de consumo de los estadunidenses y a ello se agrega que en México hubo tres acontecimientos que ahuyentaron a los viajeros estadunidenses: el brote de influenza de mayo, los temblores que ocurrieron en abril durante el Tianguis Turístico de Acapulco, el mayor escaparate del país en la materia, y la lucha del gobierno federal contra el tráfico de drogas.

La influenza desaparecerá, pero la inseguridad y todo lo que tiene que ver con el nacrotráfico es algo que tiene que resolverse, porque los turistas deben sentir que están en un sitio seguro sin preocupaciones, afirmó el empresario estadunidense. Dijo que los empresarios y el gobierno federal no deben reducir la publicidad y las campañas de promoción turística.