Johannesburgo, 6 de junio. Mientras Guillermo Franco por fin se integró a los trabajos con el resto del plantel, el capitán del Tricolor, Rafael Márquez, sigue entre algodones y bajo todo tipo de precauciones. Su molestia en la pierna derecha no es grave, pero el médico y el cuerpo técnico quieren darle tiempo a su recuperación para que no sufra alguna recaída.

Ello, de acuerdo con lo que explicó el sábado Néstor de la Torre –director de selecciones nacionales–, quien mencionó que Márquez, Francisco Javier Rodríguez, Alberto Medina y Giovani dos Santos entrenaron por separado, no por estar lesionados, sino porque tenían golpes leves y no deseaban forzarlos.

Sin embargo, los tres últimos hoy trabajaron al ritmo del resto del plantel en las canchas del instituto Waterstone, en señal de que están recuperados, mientras Rafa aún tiene molestias debido a una contractura muscular.

El zaguero del Barcelona participó este día en la parte inicial del calentamiento, pero a la hora de hacer los ejercicios de fuerza fue separado, acompañado por el médico Radamés Gaxiola para luego irse a trotar, y minutos después le hizo compañía el ex defensa central Manuel Vidrio, auxiliar técnico de Javier Aguirre.

Este lunes se verá la evolución del posible capitán, cuya presencia ha sido solicitada para la conferencia de prensa que se verificará en el hotel sede de la concentración.

Márquez se ha convertido en pieza fundamental en el sistema de juego de Aguirre, porque es la válvula de salida y también el referente en las labores defensivas, así que hay suficientes motivos para los extremos cuidados del jugador michoacano.

Rafael Márquez no tiene una lesión graveFoto Reuters

El entrenamiento, dirigido por Aguirre, comenzó entre bromas y empujones de los jugadores. El preparador físico, el español Juan Iribarren, hizo una introducción con acciones muy dinámicas de resistencia y explosividad durante los 15 minutos que la práctica estuvo abierta a la prensa.

Por otra parte, el uzbeko Ravshan Irmatov, quien fue designado para arbitrar el partido inaugural entre Sudáfrica y México, el día 11, afirmó que está preparado y se siente muy bien, muy tranquilo.

Es el silbante más joven de la justa, y pese a sus 32 años se siente listo para el reto. También me siento afortunado. Todo silbante soñaría con dirigir el partido de inauguración o la final. Aseguró que no teme a la presión de arbitrar al país organizador y rechazó la idea de favorecerlos inconscientemente.

Para mí cuentan lo mismo el local y el visitante. Sólo veo los colores de los equipos, pueden ser amarillo (como Sudáfrica), verde (México)... Voy a concentrarme en el juego, no en los equipos, es la única forma de abordar un partido, explicó al lado de sus asistentes, Rafael Ilyasov, de Uzbekistán, y Bahadyr Kochkorov, de Kirguistán.

Irmatov es árbitro desde 1997 y tiene gafete internacional a partir de 2003; fue designado mejor colegiado asiático en 2008 y 2009.