Los bienes culturales de México que más se trafican son las obras pictóricas, esculturas de madera y algunas piezas arqueológicas como vasijas, informó Ricardo Fuentes Gómez, director de Gestión y Vinculación de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Asimismo adelantó que el instituto publicará en 2011 la lista roja de México, que incluye la descripción de los objetos de alto valor arqueológico e histórico, para evitar el tráfico ilícito y promover la restitución de los bienes culturales.

La crisis económica es grave y ha favorecido a las organizaciones criminales de traficantes para el saqueo y robo de obras de arte de los periodos precolombinos y colonial en el mercado internacional.

En entrevista, Fuentes Gómez señaló que también existe el problema de la falsificación de objetos, porque éstos se adquieren en las tiendas del INAH y luego la gente los manipula para que parezcan deteriorados y los vende.

De acuerdo con el especialista, la ley dispone muy bien las sanciones, pero el problema es el Código de Procedimientos Penales, porque se requiere dar un valor al bien cultural para determinar una fianza.

Fuentes Gómez explicó que el INAH se encarga de valuar la pieza para que el Ministerio Público determine el monto a reclamar. Sin embargo no está de acuerdo en otorgar un valor a un bien cultural, porque éste se encuentra en el lugar donde pertenece la obra.

“Nosotros –agregó el funcionario– se lo damos para la averiguación previa y que se pueda consignar, porque de lo contrario no tendría valor y no habría daño. El problema es que no queremos darle un valor para que el bien cultural no incremente su precio en el mercado, y el valor es sólo para ejercer acción penal.”

En los años recientes las entidades donde se presenta con más frecuencia el robo de bienes culturales son Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Hidalgo y estado de México.