Ciudad Juárez, Chih., 11 de junio. Familiares, amigos y miembros de organizaciones no gubernamentales protestaron esta tarde en la orilla mexicana del río Bravo, a la altura del llamado Puente Negro, donde el lunes pasado un policía fronterizo estadunidense mató a tiros al joven Sergio Adrián Hernández Huereca.

Los manifestantes exigieron al presidente Felipe Calderón que regrese del Mundial de Futbol de Sudáfrica y encabece los reclamos de justicia dirigidos al gobierno de Estados Unidos, pues el agente de la Patrulla Fronteriza cometió un homicidio en territorio mexicano.

Demandaron saber el nombre del patrullero asesino y realizaron pintas en el borde de concreto del cauce, a la vez que dirigían sus reclamos hacia las autoridades estadunidenses.

Dieron a conocer que todos los días protestarán hasta ser escuchados, porque si un mexicano comete un delito en Estados Unidos las autoridades de ese país buscan aplicarle la pena máxima, mientras a este policía lo justifican y apoyan.

Jesús Hernández desmintió que su hijo fuera pollero o traficante de indocumentados como aseguran los estadunidenses, e informó que la semana próxima presentará una demanda en Estados Unidos acompañado del cónsul de México en El Paso, Texas, Roberto Rodríguez, quien acudió hasta su casa para ofrecerle ayuda.

El sindicato de la Patrulla Fronteriza miente por cuestiones racistas para proteger a su agente, dijo el padre, y exigió a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar el caso pues el policía violó la soberanía nacional y se hallaron cartuchos percutidos del lado mexicano.

Al respecto hubo versiones encontradas, y mientras unos medios dijeron que la delegación de la PGR en Ciudad Juárez atrajo las pesquisas, otros indicaron que la Subprocuraduría de Justicia estatal entregó el expediente a la dependencia federal para que así ocurra.