El técnico Low cumplió 50 partidos al frente de su selección con un juego vertical y eficiente
Los socceroos mostraron retroceso respecto de 2006
Sufrieron la expulsión de Tim Cahill, en decisión rigorista de Marco Rodríguez
Miroslav Klose llegó a 11 tantos en mundiales
Lunes 14 de junio de 2010, p. 2
Durban, 13 de junio. Alemania logró hoy la primera goleada del Mundial de Sudáfrica al derrotar 4-0 a Australia, en un magnífico partido en el que presentó su candidatura al título.
Lukas Podolski y Miroslav Klose, en la primera mitad, y Thomas Mueller y Cacau, en la segunda, marcaron los tantos germanos en noche templada en el estadio Moses Mabidha, ante más de 62 mil espectadores.
Alemania demostró que siempre es Alemania. Pese a la baja del lesionado Michael Ballack, los hombres de Joachim Low, quien cumplió 50 partidos al frente de su selección, confirmaron que son un equipo con el que siempre hay que contar.
A pesar de la ausencia de estrellas rutilantes en una nómina compuesta íntegramente por jugadores de la Bundesliga, Alemania forma un conjunto que juega con espíritu solidario y vocación ofensiva.
Los australianos mostraron retroceso respecto del equipo que alcanzó los octavos en 2006, aunque no actuaron tan defensivos como se esperaba.
Harry Kewell se quedó fuera del equipo y Tim Cahill fue el único hombre en punta, pero el más peligroso fue Richard García. Sin embargo, a los socceroos se les hizo de noche cada vez que se presentaron frente al arco rival.
Finalmente terminaron con 10 hombres, por la expulsión de Cahill, quien vio la tarjeta roja, de excesivo rigor por parte del árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez, tras una entrada por detrás sobre Bastian Schweinsteiger.
Los germanos desplegaron verticalidad y eficacia, con un Mesut Ozil convertido en un aguijón y una delantera demoledora que combinó la veteranía de Klose con la juventud de Mueller, autor de un soberbio gol. El primero llegó a 11 anotaciones en mundiales y está a cuatro de la marca de Ronaldo.
La cuenta la abrió Podolski a los ocho minutos, al fusilar a Schwarzer tras un pase atrás de Mueller. El jugador del Colonia, cuyo rendimiento con la selección es excelente, anotó por tercera vez consecutiva en un partido inaugural de Mundial.
El segundo llegó al 26, cuando Klose cabeceó a la red después de errar minutos antes una clarísima ocasión a pase de Podolski, en mala salida del arquero.
Mesut Ozil pudo lograr el tercero, pero dos veces remató sin acierto.
Australia apenas podía evitar el vendaval alemán, y aún menos después de la expulsión de Cahill.
Con casi 35 minutos por delante y un hombre menos, la rígida Australia del holandés Pim Verbeek se convirtió en un juguete para la renacida Alemania.
El tercer gol era sólo cuestión de tiempo. En el 68, Mueller recibió dentro del área, se revolvió en un metro cuadrado y definió con un derechazo cruzado.
Klose dejó poco después su puesto a Cacau, quien logró el cuarto tanto en su segundo contacto con el balón, tras una veloz combinación.
Quedaban 20 minutos para el final y el partido olía a vapuleada escandalosa, pero los tricampeones bajaron las revoluciones y el marcador ya no se movió.