Bagdad, 13 de junio. Hombres que vestían uniformes militares y llevaban chalecos con explosivos hicieron estallar este domingo bombas en rápida sucesión contra el banco central de Irak, que dejaron al menos 15 personas muertas y 50 heridas, informó el Ministerio del Interior.

Cuando los empleados del banco salían del trabajo el comando intentó tomar el control del edificio, situado en el centro de Bagdad, contra el cual hicieron estallar al menos cinco artefactos en una hora.

El primero provocó que explotara una subestación de electricidad, lo cual derivó en un incendio. El ejército y la policía cercaron la zona, que fue sobrevolada por helicópteros militares.

Posteriormente soldados y policías se enfrentaron a los atacantes mientras intentaban proteger el edificio ante un posible intento de asalto a la bóveda, explicó el portavoz del comando militar de Bagdad, Qassem Atta, quien adjudicó el atentado a un grupo terrorista.

Tres de los atacantes sólo iban armados, pero otros cuatro que portaban cinturones con explosivos se hicieron estallar. Atta manifestó que aún no está claro si la intención era robar el banco, tomar empleados en rehenes o destruir el edificio, pero señaló que si el objetivo era saquear la entidad entonces el plan fracasó, porque no lograron llevarse el dinero.

El hecho se produce en la víspera de la instauración del segundo Parlamento de Irak desde la invasión encabezada por Estados Unidos en 2003 para derrocar a Saddam Hussein.