Todas las personas que solicitan ayuda para dejar de fumar ya presentan síntomas de alguna enfermedad asociada a la adicción, además de que casi la mitad también consumen sustancias ilegales, principalmente mariguana y cocaína, afirmó Angélica Ocampo, coordinadora de la Clínica contra el Tabaquismo del Hospital General México.

En entrevista durante el encuentro Actualización en la adicción al tabaco en la mujer y sus repercusiones en la salud, la especialista comentó sobre la importancia de las campañas de información para advertir a la población acerca de los riesgos a la salud por el consumo de cigarros.

Se refirió en particular a la situación de las mujeres, entre quienes se ha incrementado la frecuencia del hábito a escala nacional, y más todavía entre las adolescentes, que fuman a la par que los varones. Entre los adultos todavía hay una mujer fumadora por cada tres hombres.

Resaltó que desde los años 40 la industria tabacalera volcó sus estrategias de promoción y mercadotecnia hacia la población femenina, lo cual explica el incremento en el consumo de tabaco en este sector.

En la terapia racional emotiva de la clínica antitabaquismo del Hospital General de México, se ha observado que las jóvenes fuman porque el cigarro les da la sensación de compañía, creen que bajarán de peso y, sobre todo, lo usan como forma de ejercer poder social, explicó Ocampo.

Lo anterior se debe a que hasta ahora no se ha logrado romper el mito que asocia el tabaco con la libertad, cuando en realidad se enganchan con la adicción.

En el caso de los hombres, fuman para reducir la tensión y el estrés. Les ayuda a guardar silencio cuando están enojados.

Durante el encuentro organizado por el Hospital General de México, Justino Regalado, jefe de la Oficina Nacional para el Control del Tabaco de la Secretaría de Salud, recordó que a partir de septiembre, las cajetillas de cigarros tendrán imágenes con las que se busca persuadir a los fumadores para que dejen el hábito. Se incluirán pictogramas dirigidos a mujeres para advertir sobre los riesgos a la salud durante el embarazo para ella y el bebé, entre otros.

Ocampo comentó que de las aproximadamente mil personas que acuden a la clínica para dejar de fumar, 70 por ciento culminan el tratamiento, y de éstos, 28 por ciento se mantienen sin consumir cigarros cinco años después.