Nayeli Nesme coordina libro sobre la más destacada representante de la canción romántica en AL
sobreviven por su calidad e ideales
Transitaba sin empacho entre estilos y formatos
Incursionó en la opereta, el fox-trot, el tango y la rumba; también hizo música para cine
Hoy será presentada la publicación sobre su obra
Jueves 17 de junio de 2010, p. a16
“Desde pequeña me hipnotizó la música. Mi madre me contaba que la canciones de cuna, en vez de arrullarme, me inquietaban, y que me podía pasar un rato jugando con los cascabeles. No sé si en realidad mi vocación era tanta, pero me gusta pensar que sí; es como saber que cumpliste con tu misión en la vida, naciste para algo concreto… ya más grande, cuando tenía cuatro años, hacía música con cualquier cosa que me encontraba: palos, papeles, piedras, lo que fuera, y al mismo tiempo inventaba letras”, cuenta la compositora María Grever en una de las pocas entrevistas que se tienen registradas de ella, pero que aparece, junto con otras valiosas aportaciones –como un esbozo de su cuerpo artístico
– en el libro María Grever: reflexiones sobre su obra, fruto de una investigación que se inició en 2001.
El proyecto fue dirigido por la cantautora Nayeli Nesme, acompañada del compositor y arreglista Alberto Núñez Palacio, entre un sinfín de expertos y amigos
, que aportan valiosa información sobre esta artista –alumna de Claude Debussy, quien no sé qué cualidades me habrá visto que me aceptó como su alumna... algo se me pegó
, decía Grever–, quien no sólo es una de las representantes más destacadas de la canción romántica en Latinoamérica, sino que es creadora de piezas de géneros tan diversos como fox-trot, beguine, rumba, tango, tango español, vals, seguidilla, canción española, revista musical, musical, opereta, poema musical y música para cine, entre otros que ella misma inventaba.
Poema musical
El detonante de la investigación, cuenta Nayeli Nesme, quien presentará el volumen hoy en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), fue encontrar en los archivos de Grever Music Publishing la opereta en miniatura Cantarito (que Núñez Palacio analiza en detalle y de la cual determina que pertenece al género de zarzuela), también designada poema musical español por la misma Grever.
Para rastrear la obra Cantarito, asegura Nesme, hubo que articular diversos aspectos de la autora, lo cual implicó atender temas relacionados con el origen de la compositora, con su producción artística, con su actividad editorial, la actividad coautoral y su interacción con otros artistas
.
Pero el libro (editado por la Coordinación Editorial de la Universidad de Guadalajara, y que incluye participaciones de la compositora Ema Elena Valdelamar) también surgió de una inquietud ante el vacío que la investigación formal ha dejado respecto de los compositores que no pertenecieron íntegramente a la academia, como tampoco a la música tribal o rural; posición que pone a este tipo de artistas en una ubicación de inclasificables
.
María Joaquina de la Portilla Torres, autora de unas mil obras, de las cuales sólo se ha reproducido 5 por ciento, como se determinó en la investigación, nació en León, Guanajuato, el 14 de septiembre de 1885, pero se naturalizó estadunidense por su esposo, León Augusto Grever, con quien se mudó a Nueva York para buscar mejores condiciones laborales.
Le costó trabajo vivir allá, tanto, que organizaba veladas y reuniones en las que interpretaba sus composiciones para sentirse como en México. En 1920 la Paramount Pictures la contrató para hacer fondos musicales de cintas con tema hispanoamericano, aunque también trabajó para la 20th Century Fox y para directores como John Ford, Fernando de Fuentes (La mujer sin alma) y Enrique Tovar Ávalos. José Mojica fue quien en Nueva York estrenó Júrame, pero además incluyó varias de sus composiciones en su repertorio.
Compañera de oficio y amiga de compositores como Manuel María Ponce, Julián Carrillo, Mario Ruiz Armengol, de los estadunidenses Cole Porter y George Gershwin, María Grever es fuente de calidad dentro de la canción romántica culta. Las aplicaciones de su música van del ámbito popular al académico. Varias de sus más bellas piezas han sido adaptadas para ensambles sinfónicos, de cámara, de jazz, para bandas gruperas y de rock, para orquestas de salsa y son, así como para formaciones regionales como el mariachi, el trío norteño o el vallenato
.
Una de las aportaciones del volumen, en opinión de la cantante, son las justificaciones documentadas del porqué Grever sigue siendo representante del romanticismo, ahora del siglo XXI. También aporta la ubicación más aproximada de 5 por ciento de su obra, que es muy poco, pero al mismo tiempo es mucho, pensando en que la mayoría de las partituras de Grever (y me lo dijo en ese tiempo el director del Grever Music Publishing, Juan Manuel García) quedaron en editoras fantasmas. De igual forma muestra los géneros sobre los que ella trabajó. No sólo la canción, sino también la opereta, la música para cine, el poema musical
.
Forma y estética
Uno de los capítulos fundamentales es el que tiene que ver con el análisis de Núñez Palacio, quien ofrece un dictamen de forma y estética sobre Cantarito. Núñez Palacio además hace una reflexión sobre la autora, pero también aportan su opinión los maestros Fernando Lozano y Mario Kuri Aldana.
Grever “transitaba con facilidad entre los estilos y formatos, sin empachos. Por eso el libro –surgido del interés de músicos por otros– aporta además una parte del ejercicio de María como coautora con letristas estadunidenses, así como la muestra de que escribir formatos musicales de mayor tamaño en relación con la canción (que es breve) implicaba un ejercicio mental importante. ¿Cuántos años tienen la canciones de Grever? Setenta y cinco en promedio, y sobreviven porque los seres humanos necesitamos los ideales. Sobreviven por la calidad”.
El libro María Grever: reflexiones sobre su obra, de Nayeli Nesme, será presentado el jueves 17 de junio a las 18 horas en el Salón de Usos Múltiples de la Biblioteca de las Artes del Cenart, en Río Churubusco 79 esquina Calzada de Tlalpan, cerca de la estación General Anaya del Metro. La entrada es libre. Consulte www.cenart.gob.mx.