Washington, 16 de junio. Bajo presión del presidente estadunidense, Barack Obama, British Petroleum (BP) aceptó hoy depositar 20 mil millones de dólares en un fondo especial para pagar indemnizaciones por el enorme derrame de crudo en el Golfo de México, y suspendió el pago de dividendos.

El acuerdo representa una gran victoria para Obama, que ha sido criticado por su manejo del desastre que ya lleva 58 días. El pacto también calmó la presión política de Estados Unidos sobre la energética británica BP, cuyas acciones palidecieron ante la incertidumbre de los inversores en torno al monto de la factura que debería pagar BP por el derrame.

Obama anunció el acuerdo con BP luego que el mismo y funcionarios de su gobierno conversaron por unas cuatro horas en la Casa Blanca con los ejecutivos de la firma, que poco después ofrecieron disculpas a los estadunidenses por causar el peor derrame de petróleo en la historia del país.

El 20 de abril, la explosión y hundimiento de una plataforma contratada por BP causó la muerte de 11 trabajadores y dañó el pozo que perforaba en aguas profundas. El derrame ha afectado unos 190 kilómetros de la línea costera del país y golpeó a parte de su multimillonaria industria pesquera y turística, además de matar aves, tortugas marinas y delfines.

Me alegra anunciarles que BP está de acuerdo en poner 20 mil millones de dólares en una cuenta para responder a demandas de indemnización por la contaminación, dijo Obama tras la reunión de cuatro horas con el presidente del consejo de administración de la petrolera británica, Carl-Henric Svanberg, y el presidente ejecutivo Tony Hayward, entre otros.

Mientras Obama manifestaba que el monto de la cuenta de custodia no fija un tope a las responsabilidades de BP por el derrame, Wall Street parecía ovacionar la pequeña dosis de claridad que ofreció el acuerdo con un alza en los títulos de la compañía de 1.5 por ciento en Nueva York.

Bajo el acuerdo, BP se comprometió a depositar 20 mil millones de dólares en un fondo administrado independientemente por cuatro años, suspender la entrega de dividendos por el resto del año y separar 100 millones de dólares para los trabajadores que habían perdido sus empleos por la veda de seis meses que impuso el gobierno, tras el derrame, a las perforaciones en aguas profundas.

El fondo será administrado por el abogado Kenneth Feinberg, el encargado del gobierno de supervisar el pago de compensaciones a cientos de ejecutivos de empresas durante la crisis financiera iniciada en 2008 y del fondo para familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Svanberg, quien ofreció disculpas por el derrame, dijo que BP suspenderá los pagos de dividendos este año a los accionistas, que eran por más de 10 mil millones de dólares. Además, anunció una significativa reducción de su programa de inversiones y la venta de activos por 12 mil millones de dólares para cubrir el fondo de custodia, y reconoció que esto afectará la producción de la compañía.

Quiero aprovechar esta oportunidad para disculparme ante el pueblo estadunidense, dijo Svanberg en nombre de la empresa, y añadió que el fondo demuestra la seriedad de BP en el cumplimiento de sus compromisos. Por lo demás, prometió que la empresa cerrará el pozo y reparará el daño ambiental y económico causado.

La multinacional ha gastado unos mil 750 millones de dólares en el derrame, en tanto que su valor se ha depreciado gravemente y las acciones se mantenían el miércoles volátiles en Londres y Nueva York. Expertos estiman que el costo final de la peor catástrofe petrolera en el Golfo de México podría llegar a ser de 30 mil a 100 mil millones de dólares.

La cifra de 20 mil millones de dólares equivale aproximadamente al promedio anual de ganancias de BP en los últimos cuatro años. Está previsto que reporte ingresos netos de 18 mil 900 millones de dólares en 2010, según estimaciones de Thomson Reuters.

Obama dijo que el acuerdo sobre el fondo, cuyo monto podría seguir creciendo porque no tiene techo, daba la seguridad necesaria de que los reclamos de las personas y las empresas serán honrados. Asimismo, aseguró que BP es una empresa fuerte y viable y está en el interés de todos nosotros que eso siga siendo así.

El mandatario, quien en la reunión estuvo acompañado por el vicepresidente Joe Biden y cinco secretarios, denunció el martes en un mensaje a la nación desde la Casa Blanca la inconsciencia de BP y le reclamó en fuertes términos que no estaba cumpliendo con los pagos de indemnizaciones y que debía responder de manera adecuada, justa y rápida.

El primer ministro británico, David Cameron, reclamó en declaraciones a la emisora BBC que la exigencia de compensaciones a BP no ponga en peligro a la empresa. Citó que durante la conversación telefónica que sostuvo el fin de semana con Obama, ambos estuvieron de acuerdo en la importancia de que el futuro de la multinacional esté asegurado.

Poco antes de la reunión en Washington entre Obama y los directivos de BP, Cameron afirmó que el grupo petrolero británico necesita un grado de certeza sobre los riesgos financieros derivados de la marea negra en el Golfo de México. Señaló que BP no pretende huir de sus responsabilidades, pero que su preocupación es que no se hagan reclamaciones tres o cuatro veces más elevadas.

El primer ministro conservador rechazó las acusaciones de sus adversarios políticos y la prensa de que no estaría luchando con suficiente decisión por BP, en medio del malestar por las fuertes críticas de Obama a la petrolera. Lo importante es que no haya problemas entre Estados Unidos y el Reino Unido, puntualizó.

Autoridades estadunidenses revisaron al alza el nivel de la contaminación, al considerar que hasta 60 mil barriles de crudo se derraman diariamente en el océano, o sea, 50 por ciento más de lo que evaluaba la precedente estimación de la compañía. Serían entonces de 300 millones a 500 millones de litros de hidrocarburos los que se habrían fugado del pozo a 58 días del comienzo del vertido.