La industria porcícola se recupera lentamente tras el golpe que sufrió el año pasado al ser relacionada con el virus de la influenza A/H1N1. El incremento de 42 por ciento de los precios de la carne en el mercado internacional, aunado a la reducción en Latinoamérica de 4 por ciento en el costo promedio de maíz y de 12 por ciento en la soya, posibilita una mejoría, sostuvieron integrantes de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM) y la Organización Nacional de Porcicultores (Ornapor).

Sin embargo, las importaciones por cerca de un millón de toneladas frenan el desarrollo de las 7 mil granjas del país, por lo que instaron a las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y de Economía a establecer un plan estratégico de mediano plazo para el sector, pues la industria de las carnes procesadas ha sustituido la de cerdo por pastas y trozos de ave, que en Estados Unidos están clasificadas como alimento para mascotas.

Francisco Quintana Damián, director de Vinculación de Ornapor, comentó que el precio por kilogramo de carne en canal, que el año pasado cayó a 14 pesos, es de 21 pesos, y desde enero también se elevó el referente de ganado en pie. Las expectativas para el productor son buenas, pero las importaciones que están realizando cadenas comerciales como Wal-Mart son una traba.

El consumo nacional es de 1.9 millones de toneladas anuales, de las cuales se produce un millón. Sí hay un déficit en la producción, que se agudizó por el desplome de 30 mil toneladas de los inventarios, pero las importaciones deben realizarse con mayor equilibrio, asentó en entrevista.

Ornapor ha pugnado por que se otirgue un crédito de al menos 160 millones de pesos con el objetivo de adquirir 140 mil vientres para mejorar las piaras de las granjas, las cuales trabajan a 30 por ciento de su capacidad.

Recordó que los 2 mil millones de pesos que la Secretaría de Hacienda puso a disposición de los porcicultores fueron destinados a financiamientos de liquidez, pignorar la carne de cerdo y adquirir grano a tasas preferenciales; ahora los productores requieren créditos de avío para repoblar las granjas.

La CPM propuso el desarrollo de un programa a mediano plazo para sustituir gradualmente el volumen de las importaciones y reducirlas en 50 por ciento en 2012. Para producir 300 mil toneladas de carne de cerdo hay que introducir 160 mil vientres e invertir mil 560 millones de pesos al año, con los cuales se generarían 4 mil 800 empleos y tendría una derrrama económica superior a mil 80 millones de pesos anuales; y la demanda adicional de grano nacional sería de 240 mil toneladas anuales. Ello también implicaría un ahorro de 260 millones de dólares en sólo un año.

En el Análisis de la industria porcina en Latinoamérica, realizado por PIC, organismo internacional especializado en mejora genética de las piaras, sostuvo que hay un ciclo positivo para la producción de carne de cerdo; el año pasado se consumieron 100 millones de toneladas en el mundo, equivalentes a 59 por ciento del total de carnes.

En el caso de México, dicha carne ocupa el cuarto lugar en la preferencia para el consumo de proteínas, con 16 kilos per cápita. Frente a sus competidores en la región, el sector porcícola tiene como única ventaja el acceso a granos de Estados Unidos por lo que debe trabajar más de la mano con las autoridades para controlar y prevenir ciertas enfermedades y dar mayor valor agregado a los cortes de la carne.