Washington, 18 de junio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a los países del Grupo de los 20 (G-20) a adoptar políticas que impulsen la recuperación económica y reformen el sistema financiero, a fin de establecer las bases para evitar una nueva crisis.

En una carta dirigida este viernes a los líderes del G-20 (compuesto por países desarrollados y emergentes) en vísperas de su reunión en Toronto los días 26 y 27 de junio, Obama destacó en particular la necesidad de avanzar en el ámbito de la reforma financiera.

En Toronto nos volveremos a encontrar en un momento de nuevos desafíos para la economía mundial. Debemos actuar unidos para fortalecer la recuperación, escribe Obama en la misiva previo a la reunión que sostendrán los dirigentes del G-20 los días 26 y 27 de junio en Toronto, Canadá.

El presidente estadunidense les transmitió tres temas de preocupación: las considerables debilidades de la demanda de algunas economías del G-20, el estado de las finanzas públicas y la reforma del sistema financiero.

Una recuperación mundial sólida y duradera debe ser construida sobre una demanda equilibrada a nivel mundial, subraya Obama.

Este objetivo era parte esencial del mensaje del G-20 durante la cumbre precedente, que tuvo lugar en setiembre pasado en Pittsburgh, Estados Unidos. Algunos miembros del organismo, en primer lugar Estados Unidos, debían aumentar su ahorro para endeudarse menos en el exterior. Otros, como China, debían estimular a sus hogares a consumir más, para ser menos dependiente de las exportaciones. Finalmente, otros como Europa, debían reformar sus economías para aumentar su potencial de crecimiento.

Estas recomendaciones no tuvieran consecuencias, constata Obama. Estoy preocupado por la debilidad de la demanda del sector privado y la aún fuerte dependencia de las exportaciones en algunos países, que ya tienen fuertes excedentes externos, explica.

También quiero destacar que las tasas de cambio determinadas por el mercado son esenciales para la vitalidad de la economía mundial, agrega, en referencia a China, cuya moneda Washington considera que mantiene un valor artificialmente bajo.

Según un alto funcionario canadiense, el yuan, será objeto de discusiones durante la cumbre del G-20, durante un ejercicio de evaluación mutua para definir de qué manera los países del grupo pueden contribuir a una recuperación durable del crecimiento económico mundial, precisó el funcionario, que se mantuvo en el anonimato.

Pekín rechaza tema del yuan

Pekín había reiterado más temprano en la jornada que la cuestión de la tasa cambiaria de su divisa sólo concierne a China y no debe figurar en las discusiones de la cumbre. El yuan es la moneda de China. No es un tema que deba discutir la comunidad internacional, afirmó Cui Tiankai, viceministro de Relaciones Exteriores.

Sobre la deuda pública, Obama señaló el ejercicio ambiguo al que se ven obligados los gobiernos. Necesitamos comprometernos en favor de ajustes presupuestales que estabilicen a mediano plazo el ratio de las deudas respecto del PIB en niveles adecuados, escribe en el mensaje”.

Por su parte el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, sostuvo que la percepción de que Estados Unidos tiene una gran capacidad para pedir prestado es engañosa y el gobierno podría tener que pagar tasas de interés más altas para financiar un creciente déficit, dijo en una columna publicada este viernes en el Wall Street Journal.