Tel Aviv. La policía de Israel ordenó ayer la búsqueda de 26 ultraortodoxos a quienes acusa de incitar protestas contra una sentencia judicial que rechaza la segregación religiosa. Las autoridades tratan de localizar a 22 madres y cuatro padres que permanecen ocultos desde el jueves en medio de los mítines de más de 100 mil haredims o extremistas judíos en Jerusalén, en el asentamiento cisjordano de Emmanuel y Bnei Brak. Las protestas fueron protagonizadas por padres de niñas de origen ashkenazi (oriundas de países europeos) tras rechazar un fallo de la Corte Suprema que eliminó la separación que sufren las alumnas de una misma escuela por su procedencia sefardita. Para los ultraortodoxos, los sefarditas (provenientes de países árabes de Medio Oriente y norte de África) tienen influencias del Islam y no son suficientemente estrictos en el cumplimiento de las leyes de la Torá.