Ciudad del Cabo, 20 de junio. Con un brazalete negro en señal de duelo por la muerte del escritor José Saramago (1922, Azinhaga), los lusitanos enfrentarán este lunes a Corea del Norte, en partido en el que Cristiano Ronaldo espera terminar con su sequía de goles, mientras el técnico de los orientales, Kim Jong-Hin, dejó en claro que su principal meta es alcanzar la segunda fase del certamen.

El estratega lusitano Carlos Queiroz explicó que en el primer cotejo siempre se juega mirando a lo que viene, pero en el segundo todo será mucho más claro, porque no hay margen para esperar. Debemos comenzar a hacer que las cosas ocurran y no esperar a que ocurran. Hay que poner nuestras cartas sobre la mesa y atacar, sentenció.

Es un partido extremadamente importante, decisivo para la clasificación. Es un todo o nada para nosotros y los jugadores están muy conscientes de eso, explicó el timonel, para agregar que deberán jugar en forma más veloz y entretenida que ante Costa de Marfil.

Ronaldo, con una tarjeta amarilla en su cuenta, ya que la FIFA se negó a retirarla, deberá ser muy cuidadoso para evitar que le sea aplicado el reglamento, además de que Portugal tendrá una sensible ausencia porque no jugará otra estrella, Deco, quien de acuerdo con diferentes versiones tiene dolencias en la parte derecha e izquierda de la cadera o en un muslo, lo que aviva las versiones de que está castigado por haber cuestionado a su estratega, aunque luego se haya retractado.

Del lado de los norcoreanos, Jong-Hin negó categóricamente la defección de cuatro de sus discípulos: Nunca hubo miembros del equipo desaparecidos (el viernes). Siempre estuvimos juntos. Comemos, dormimos y entrenamos juntos (...) la noticia fue totalmente infundada.

Luego de dejar en claro que buscará llegar a la siguiente ronda, ya que el resto sería una bonificación, apuntó que haremos todo lo posible en los dos partidos que nos quedan para sumar puntos.