El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, cardenal Francis George, celebró misa ayer en el principal santuario religioso de Cuba.

El arzobispo de Chicago ofició en la Basílica de la Caridad del Cobre, lugar de peregrinación para decenas de miles de cubanos en la cima de una pintoresca colina salpicada de palmas reales en las afueras de Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país a 870 kilómetros al este de La Habana.

El cardenal George llegó a Cuba tras una visita del canciller del Vaticano, el arzobispo francés Dominique Mamberti, que fue recibido por el presidente Raúl Castro.

El religioso estadunidense abogó por la reconciliación de los cubanos que viven en la isla y en su país, durante su visita, porque eso siempre está en el lenguaje de la Iglesia y en nuestras oradiciones.

Mientras, un funcionario de la policía cubana dijo que su país está abierto a profundizar la cooperación antidrogas con Washington, uno de los pocos frentes de colaboración entre ambos países.

Nosotros mantenemos una relación policial con Estados Unidos y se observan cambios positivos en los últimos periodos, aseguró a periodistas el jefe de cooperación de la policía antidrogas de Cuba, Yoandrys González.