El Smithsonian Folklife Festival (Festival Smithsonian de las Culturas Populares), en Washington, ventana fundamental para las culturas de todo el mundo, tiene este año a México como país invitado.

Del 24 al 28 de junio y del primero al 5 de julio ofrece, al aire libre, música, artesanía y gastronomía y busca ser una profunda conversación cultural. Entre los músicos invitados están Son de Madera y los Cardencheros de Sapioriz.

México tiene la fortuna de ser tan extraordinariamente hermoso en sus colores y en el sabor exótico que la gente espera, pero a veces no se respeta el significado profundo. Estos colores no son solamente para que se vea bonito; los increíbles bordados de los wirárika son muy simbólicos para la peregrinación (que realizan). Si no los tuvieran no completarían la ceremonia de modo apropiado para las deidades. Nos gustaría ir a este México más profundo, dice Olivia Cadaval, cocuradora del programa de México en el festival, por medio de un video de presentación (www.festival.si.ed).

Continúa: México es muy bueno para ofrecer la fachada turística y mantenerte fuera. Pero si piensan que de verdad te comprometes en sus temas, a escucharlos, ingresas en un lado más profundo. Creo que el público tendrá la oportunidad de entrar en estas conversaciones. Creo que es una oportunidad para una muy profunda conversación cultural, para múltiples conversaciones culturales.

Asesoría de expertos

El Smithsonian Folklife Festival –de entrada gratuita al público– es el mayor acto cultural anual en Washington. Se lleva a cabo en el National Mall y es organizado por el Center for Folklife and Cultural Heritage (Centro para las Culturas Populares y la Herencia Cultural), del Instituto Smithsonian, museo nacional de Estados Unidos.

Detrás de cada programa hay una profunda investigación, en el caso de México, apoyada con asesoría de antropólogos, etnomusicólogos y otros especialistas mexicanos.

Uno de los intereses centrales del certamen es mostrar un México tradicional y moderno, que cambia. En esta continuidad de la tradición hay una increíble modernidad, una creatividad en cada comunidad y en cómo transforman sus conocimientos, opina la cocuradora.

Es el caso de Son de Madera, agrupación jarocha fundamental en esta herencia que se nutre de la tradición para hacer música de hoy. Están parados en medio del pasado y el futuro, opinó para La Jornada Daniel Sheehy, director del Smithsonian Center for Folklife and Cultural Heritage.

Sheehy también es director de Smithsonian Folkways Recordings, sello que grabó el álbum Son de mi tierra, de la agrupación mexicana, finalista en los Independent Music Awards, la versión de los Grammys de las disqueras independientes.

Son de Madera, fundamental en la vitalidad del movimiento del son jarocho, no sólo es una agrupación. Sus integrantes también se dedican a la enseñanza, la laudería, la investigación y el rescate.

En la Comarca Lagunera, luego del trabajo en los campos algodoneros, los hombres se reunían a la orilla del pueblo, donde las mujeres los dejaban tranquilos, contaban historias y cantaban. Esta música llenaba el espacio, era penetrante. Trataba sobre el amor y el desamor, cuenta la cocuradora. El cardo es una cactácea que duele cuando te espina y más al tratar de sacarlo. Así es la canción cardenche.

Hoy, los Cardencheros de Sapioriz, de Durango, grupo ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008, es de los pocos exponentes que mantiene estos cantos a capella, y estará en el festival.

También actuarán el Grupo de Fandango de Artesa Los Quilamos (costa de Oaxaca, sones y chilenas), los Verdaderos Caporales de Apatzingán (Michoacán), Mariachi Tradicional Los Tíos (Jalisco, sin trompetas) y Hamac Caziim (Sonora, folk rock).

Asimismo, estarán presentes artesanos, como tejedores zapotecos, y cocineros. Habrá sesiones para aprender a hacer tortillas y tamales, así como para conversar sobre laudería, maíz y la historia del tequila.

Además de incluir a México como país invitado, el festival tiene un programa dedicado a los habitantes de Estados Unidos del Pacífico asiático y otro llamado Smithsonian Inside Out, en el cual el festival invita a los asistentes a dialogar con sus expertos acerca de diversos retos en torno a los misterios del universo, la biodiversidad del planeta, las culturas del mundo y la experiencia de ese país.

El programa México del festival se lleva a cabo en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en el contexto del centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia.