A ocho días de los comicios para elegir gobernador, la candidata de la coalición Transparencia y honestidad por Tlaxcala (PRD-PT-Convergencia), Minerva Hernández Ramos, anunció que declina en favor de Adriana Dávila Fernández, abanderada de la alianza Por el progreso de Tlaxcala (PAN-Panal-PAC), con el compromiso de que ésta integrará a su plan de trabajo las propuestas de la perredista y de que habrá un cogobierno.

Minutos antes del anuncio, frente a un hotel de la capital tlaxcalteca, auténticos perredistas se manifestaron afuera del edificio y calificaron de traidora a la senadora con licencia, al tiempo que celebraron que se haya quitado la máscara.

Hernández Ramos y Dávila Fernández arribaron sonrientes a un salón del hotel para hacer el anuncio sin permitir preguntas de los reporteros.

La perredista leyó el documento Acuerdo para el cambio y el rescate de Tlaxcala, mientras contenía el llanto. Querida Adriana: ante el dilema de mantener una posición irreductible y puramente testimonial, o de incidir en el futuro de mi estado, consiguiendo la adopción del programa de gobierno que enarbolé en mi campaña, y asumir en conjunto con los partidos que me acompañaron en una experiencia inédita la corresponsabilidad de la conducción de gobierno de nuestro estado de Tlaxcala, opto por hacer del discurso y las propuestas una realidad para el beneficio de los tlaxcaltecas.

Adriana Dávila reconoció en Minerva Hernández la capacidad y las condiciones que quiere para Tlaxcala, por lo que se comprometió a respetar el acuerdo de cogobernar en beneficio de los tlaxcaltecas.

La cargada en favor de la panista no se hizo esperar, pues acudieron funcionarios del gobierno federal para organizar las porras en favor de ambas.

Atrás quedaron las acusaciones sobre desvío de recursos públicos, corrupción y nepotismo contra el gobierno panista de Héctor Ortiz Ortiz, señalamientos que hizo Hernández Ramos en los 50 días que duró su campaña.

De acuerdo con los dos sondeos más recientes, el candidato de la alianza Unidos por Tlaxcala (PRI-PVEM), Mariano González Zarur, se ubica ligeramente arriba de las preferencias electorales.

A la conferencia de prensa asistieron los dirigente nacionales de los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y de Acción Nacional (PAN), Jesús Ortega y César Nava, respectivamente; el secretario general de Convergencia, Armando López, y los dirigentes locales perredista y panista, Luis Roberto Macías Laylle y Benjamín Ávila Márquez, en ese orden.

Ortega Martínez y Nava Vázquez también acudieron a la ciudad de Puebla, donde advirtieron a los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que se abstengan de realizar mapacherías y coacción al voto durante los comicios del 4 de julio en 12 entidades del país.

Los líderes partidistas, que arribaron hasta el estadio Cuauhtémoc para presenciar el cierre de campaña de Rafael Moreno Valle Rosas, candidato a gobernador de PAN-PRD-Convergencia y Nueva Alianza, aseguraron que no permitirán que las viejas prácticas priístas intervengan para disminuir las votaciones entre la población.

Nava acusó al gobierno estatal –encabezado por el priísta Mario Marín– de realizar operativos en la autopista México-Orizaba, en la vía Atlixcáyotl y en el camino federal Puebla-Tehuacán, para impedir que los camiones que pretendían llegar hasta el estadio Cuauhtémoc, en el norte de la ciudad, arribaran a tiempo para el acto político.