Bloemfontein, 27 de junio. Alemania avanzó a cuartos de final del Mundial de Sudáfrica tras vapulear 4-1 a Inglaterra, en un duelo que será recordado por un grave error arbitral del uruguayo Jorge Larrionda, quien no concedió un gol legítimo al equipo de la rosa, que le habría dado el empate momentáneo 2-2.

Miroslav Klose, Lukas Podolski y dos anotaciones de Thomas Mueller sellaron la victoria germana, mientras la escuadra inglesa enterró su sueño de regresar entre los grandes.

Al duelo no le faltó nada, incluida la polémica jugada que trajo el recuerdo de la histórica final de 1966, cuando el árbitro concedió el llamado gol fantasma a Geoffrey Hurst que los teutones siempre han discutido por considerar que la pelota no rebasó la línea. Aquel tanto supuso el 3-2 en una prórroga que terminaría 4-2 y daría a Inglaterra su único título mundial.

Hoy, un disparo de Frank Lampard dio en el larguero, botó claramente dentro de la portería y salió. El juez del partido no lo vio y se esfumó el que hubiera sido el 2-2.

Inglaterra tendrá que seguir esperando. La apuesta por un técnico ganador pero de futbol poco atractivo como el italiano Fabio Capello de nada sirvió. Los británicos no llegan a una semifinal desde Italia 1990. En aquella ocasión Alemania también los dejó fuera.

La primera mitad estuvo a la altura del nombre de los contendientes. Goles, pelea, calidad y polémica. De todo hubo en la edición número 32 del superclásico europeo.

El conjunto de Low, desenfadado y joven, saltó al campo sin ningún miedo. Alemania dominaba el partido, hacía circular el balón con velocidad y se aproximaba al área con mucho peligro. Sin embargo, el primer tanto llegó gracias a una jugada muy inglesa.

El arquero Manuel Neuer convirtió su saque de portería en una asistencia para Klose, quien se aprovechó de una dormida defensa del cuadro de la rosa. Klose forcejeó con Matt Upson, le ganó la posición y estiró la pierna, lo justo para desviar la pelota antes de que llegara James, algo lento en su salida. Con su gol número 12 en mundiales Klose empató a Pelé y está a tres del máximo artillero Ronaldo.

El portero Manuel Neuer voltea a mirar el esférico dentro de su meta que mandó el inglés Frank LampardFoto Ap y Reuters

Klose pudo hacer el 2-0 diez minutos después, cuando una magnífica combinación entre Thomas Mueller y Sami Khedira acabó en los pies del artillero germano. Pero esta vez no pudo superar a James.

Eran los mejores momentos de Alemania. Inglaterra estaba golpeada y estuvo cerca del nocaut cuando Podolski logró el 2-0 al 32, luego de otra vertiginosa jugada al primer toque entre Ozil, Klose y Mueller. El jugador del Colonia se redimía así del penal errado en el 0-1 ante Serbia.

La exclamación ¡Deutschland, Deutschland! ahogaba la de God Save the Queen en el estadio de Bloemfontein ante más de 40 mil espectadores.

Sin embargo, el equipo de Capello reaccionó. Lampard estuvo a punto de poner el 2-1, pero Neuer realizó una parada de puro instinto, más propia de un portero de balonmano que de futbol.

Poco después, el arquero germano estropeó esa atajada con una salida a destiempo a un centro de Steven Gerrard. Upson se adelantó y su cabezazo terminó en el fondo de la red. Inglaterra volvía al partido.

Quizá todo pudo ser diferente si un minuto después el tanto de Lampard hubiera contado. El astro David Beckham, ausente de la cancha por lesión pero presente en el banquillo inglés, intentó explicárselo a Larrionda en el descanso.

Entró un metro, parecía decirle mostrándole la distancia con sus brazos. Pero lo qué habría pasado si el gol hubiera sido concedido es algo que formará parte de las especulaciones.

La realidad es que Alemania destruyó a Inglaterra en la segunda mitad con dos contragolpes mortíferos culminados por la nueva perla del Bayern Munich.

Con los ingleses volcados en busca del empate, Mueller coronó su magnífica tarde con dos tantos para la historia. El primero, al minuto 67, y el segundo al 70. El ariete juega con la playera 13 de la leyenda Gerd Mueller, que no pudo lucir el lesionado Michael Ballack.

El partido estaba sentenciado. La estampa de Wayne Rooney, Lampard o Gerrard con los brazos cruzados a pocos minutos del final lo decía todo, en lo que es la peor derrota del equipo de los tres leones en un Mundial.