Las reservas internacionales, que la semana pasada llegaron a 100 mil 96 millones de dólares, son una tarjeta de presentación para que México pueda acceder en mejores condiciones al crédito internacional, pero no para financiar obras sociales o proyectos productivos, afirmó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

El amplio monto de activos internacionales genera mayor confianza y, por lo tanto, ayuda a nuestra economía a posicionarse mejor en los mercados financieros internacionales, ya que sirven de garantía o de respaldo para mantener una buena calificación crediticia, explica un comunicado enviado por la oficina del vocero de la Secretaría de Hacienda.

Con el tema del nivel alcanzado por las reservas internacionales del país, en el documento se hace mención al planteamiento de que el Banco de México debiera dar un uso más productivo a ese acervo para destinarlo a, por ejemplo, cancelar deuda externa o invertir los recursos en proyectos sociales como hospitales o escuelas.

Al respecto la dependencia federal manifestó: Al banco central no le corresponde construir obras públicas ni liquidar deuda externa, ya que esta última pertenece al sector público, en general, o al gobierno federal, en particular, pero no al Banco de México. La única manera en que esa reserva pueda destinarse a esos usos es que el gobierno federal adquiera esos recursos para dichos fines, por medio de la compra de divisas y sólo cuando existe algún superávit fiscal, dice el documento del vocero de la Secretaría de Hacienda.

Sólido respaldo

Para el gobierno federal contar con un respaldo superior a 100 mil millones de dólares es, en síntesis, un reflejo de la recuperación económica y además un sólido respaldo, ya que su nivel actual es 1.06 veces superior al monto total de la deuda externa, de 94 mil 240 millones de dólares.

Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el beneficio directo de la acumulación de las reservas se da por la vía de la estabilidad económica, porque es un ingrediente importante para apoyar y dar solidez a la estabilidad de diversas variables macroeconómicas: el ahorro, la inversión, la inflación, las cuentas públicas y las cuentas externas.

Entre tanto, el gobierno federal tiene planeado aumentar la colocación de bonos de deuda de largo plazo para el tercer trimestre del año: en 500 millones de pesos los bonos a 10 años (por un monto total de 7 mil millones de pesos), lo mismo que en los bonos a 20 años (para quedar en 4 mil millones de pesos) y en los de 30 años, para quedar en 3 mil 500 millones de pesos.

Queda la sensación de que las autoridades detectaron que hay suficiente demanda (para los bonos de largo plazo) como para incrementar aún más las colocaciones de deuda pública. El mayor apetito por bonos M (en el contexto de la entrada de México al índice WGBI) ha sido aprovechado por las autoridades para emitir más deuda, la cual será absorbida por el mercado, opinó el grupo financiero Ixe.