El secretario ve bien el sector exportador, no así el mercado interno
Lunes 28 de junio de 2010, p. 5
Toronto, 27 de junio. La economía mexicana enfrenta aún riesgos como una recuperación económica más lenta de lo previsto debido a la incertidumbre en Europa y una pausada mejora en Estados Unidos, admitió el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero.
En la cumbre de los líderes de las 20 economías más grandes del mundo, el titular de Hacienda indicó que el sector exportador se ha portado bien
, pero el mercado interno muestra una recuperación no tan sólida
.
No obstante que la recuperación económica es lenta, afirmó que se mantienen los pronósticos para este año: crecimiento de entre 4 y 5 por ciento y para 2011 la previsión también es buena.
Insistió en conferencia de prensa en que se han tomado medidas pertinentes para mitigar cualquier posible impacto generado por la situación mundial y mencionó la cifra récord de 100 mil millones de dólares de reservas internacionales.
La preocupación de Cordero se debe a que en Estados Unidos hay una “historia de claroscuros: la producción industrial se ve bastante bien, la construcción de vivienda empieza a levantar, pero sigue rezagado el empleo y hay un comportamiento lento de la demanda interna.
Se ve que ahí va la cosa. Poco a poco empieza a levantar la economía de EU, lamentablemente no como todos quisiéramos. Pero sí muestra un comportamiento bastante razonable y eso ayuda a la economía mexicana.
Ante los jefes de Estado reunidos en la cumbre del G-20, dijo que México defendió las posturas encabezadas por los europeos en cuanto a poner en orden la casa
, sin desequilibrios fiscales, y se manifestó por no aplicar en este momento las estrategias expansivas que defienden Estados Unidos y Canadá.
El gobierno mexicano adoptó esa posición, aun cuando Cordero aseguró que se pertenece al grupo de países que han hecho bien la tarea
, al tener un déficit fiscal de 0.7 por ciento y una deuda equivalente a 32 por ciento del producto interno bruto (PIB), a diferencia de otros con cifras de 80 o 100 por ciento.
Aclaró que los ajustes fiscales considerados por el G-20 no se aplican a economías emergentes como la mexicana, donde hay una recuperación económica sólida, y en vez de ello se aconseja profundizar las reformas estructurales, aplicar medidas para hacer más competitiva la economía y liberalizar ciertos mercados.
Cordero fue interrogado sobre si México favorece las políticas expansivas al igual que Brasil, su par latinoamericano, pero se desmarcó de esa postura. Si bien tienen mérito las políticas expansivas, en este momento es más importante generar certeza y credibilidad de que los países ponen la casa en orden y que a largo plazo van a poder enfrentar compromisos adquiridos.
Pronosticó que la economía de México y de los países emergentes resultaría más afectada si los europeos caen en problemas de insolvencia y no pueden pagar deudas. Elogió las recomendaciones hechas por el G-20, porque son flexibles y permiten que las naciones las adopten conforme a sus necesidades y a su realidad económica y política. Puso a México de ejemplo de fortaleza, por contar con una política de cambio flexible.
Al explicar brevemente la participación del presidente Felipe Calderón, señaló que las políticas fiscales, si bien tienen su mérito y son importantes a corto plazo, lo más trascendente es que sean congruentes y consistentes con los ingresos a mediano y largo plazos
. Los desequilibrios fiscales importantes ponen en riesgo la viabilidad, la credibilidad, y eso va en detrimento de inversión y generación de empleos en todo el mundo, dijo.
La meta es tener políticas públicas responsables, que garanticen viabilidad presupuestal y financiera a los países. Añadió que se ha reconocido que si bien es importante mantener políticas fiscales expansivas en aquellos países donde recuperación no se ha consolidado, también es fundamental que en naciones con endeudamiento, déficit presupuestales, altos niveles de deuda como porcentaje de PIB, empiecen a dar ajustes fiscales creíbles y que generen confianza.
Finalmente, aunque el funcionario se declaró en favor de aplicar medidas estrictas
de regulación financiera para que las instituciones tengan solvencia, dejó ver que no deben ser excesivas, porque este sistema también sirve para generar empleo y crecimiento económico.