Exige un cambio radical en la estrategia anticrimen; México camina hacia el abismo
Jueves 1º de julio de 2010, p. 7
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión expresó ayer una condena enérgica
por el cobarde asesinato
del candidato del PRI a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, y formuló un llamado a los actores políticos a fin de que ese hecho no derive en guerras sucias ni campañas de odio.
Durante la sesión se guardó un minuto de silencio en memoria del político ejecutado y después todos los partidos –a excepción del PAN– exigieron un cambio radical en la estrategia del presidente Felipe Calderón para el combate al crimen organizado ya que, coincidieron, es un fracaso
porque no se ha logrado frenar el clima de violencia e inseguridad, ni tampoco el crecimiento de la pobreza y la marginación.
Hubo críticas severas a la conducción económica y política del país e incluso el Partido del Trabajo (PT), por medio del diputado Óscar González Yáñez, demandó la renuncia del presidente Calderón, a fin de que la nación transite por otro rumbo y se termine de tajo con el sangriento capítulo
que ahora se vive.
Los coordinadores parlamentarios de ambas cámaras acordaron que cada fracción fijara posturas sin entrar al debate, pero los cuestionamientos fueron muchos. El diputado Francisco Rojas (PRI) advirtió que el asesinato del candidato y cuatro de sus acompañantes pareciera ser la señal inequívoca de que México camina hacia el abismo
.
Aclaró que el tricolor siempre ha estado dispuesto al diálogo con el Ejecutivo y se mantendrá en esa postura, incluso si el reciente llamado presidencial es oportunista o tardío, pero le recordó a Calderón que la comprensión que pide sólo puede estar fundada en los resultados de sus acciones públicas
, en hechos concretos.
El también coordinador de los diputados priístas dijo que el responsable de combatir la delincuencia y hacerlo con resultados palpables y evidentes es el gobierno federal, pero es claro que no hay resultados ni siquiera lejanamente cercanos a lo deseable
, como dolorosamente
se muestra con los 23 mil muertos en lo que va del sexenio, en el contexto de la lucha contra el narcotráfico, de los que más de 5 mil han fallecido este año.
Nos encontramos en un momento sumamente grave y delicado. Cada vez es más evidente que los políticos se han convertido en víctimas del crimen organizado
, recalcó Rojas. Exigió el esclarecimiento del asesinato de Torre Cantú y la captura y el castigo de los culpables de forma seria y confiable
.
Insistió: Es preciso que se continúe combatiendo al narcotráfico y al crimen organizado, pero con las correcciones y rectificaciones necesarias
. Se requiere además generar empleos y mejores condiciones de vida para los mexicanos, ya que el deterioro y la descomposición social también son alimentados por las condiciones de precariedad en que apenas sobrevive la inmensa mayoría
de la población.
En su turno, el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, advirtió que México transita por la misma senda que Colombia, donde los capos del narco llegaron incluso a secuestrar candidatos presidenciales. Cabe preguntarse, dijo, ¿quién sigue en México? Sostuvo que el gobierno no puede solo, y preguntó a Calderón si la convocatoria al diálogo es sólo para salir del paso o realmente hay la intención de que entre todos los ciudadanos se construya una estrategia contra el crimen que dé resultados ahora y en 2012.
En nombre del Verde Ecologista, el diputado Pablo Escudero resaltó que la forma en que el presidente Calderón ha enfrentado la inseguridad y la criminalidad es incorrecta, ineficiente y fallida
. Se trata, expuso, de una estrategia que equivocadamente decidió dar solo el Presidente sin pedir opinión ni diálogo y sin involucrar a los tres poderes ni a la sociedad
.
A su vez, el coordinador de los senadores del PAN, Gustavo Madero, defendió a Calderón, dijo que el combate a la inseguridad no puede ser tarea de un solo poder o de un solo gobierno.
Al final, Madero lamentó que se politice el asesinato de Rodolfo Torre Cantú y que las críticas fueran ayer dirigidas al presidente Felipe Calderón y no contra los delincuentes.