En ataques de criminales contra civiles y policías, ajustes de cuentas entre narcotraficantes, hallazgos de cadáveres en fosas clandestinas y tiroteos entre fuerzas policiacas y el Ejército contra sicarios, autoridades reportaron ayer la muerte de 37 personas en 11 estados.

Catorce de los crímenes ocurrieron en Chihuahua: 10 en Ciudad Juárez, dos en la capital del estado y tres en los municipios de Guachochi y Guadalupe y Calvo.

En la colonia Altavista de Juárez, a orillas del río Bravo, sicarios atacaron a balazos, la noche del martes, a dos policías federales, de los cuales Domingo Hernández Espinosa murió y otro resultó lesionado.

La señora Luz Elena Olvera Valles, quien caminaba por la calle rumbo a su casa, resultó herida y horas después falleció en un hospital. Otro transeúnte quedó lesionado.

Al menos siete de los 40 proyectiles que dispararon los gatilleros se incrustaron en uno de los muros del edificio de la presidencia municipal (City Hall) de El Paso, Texas, ubicado a unos 750 metros de distancia, y otra bala penetró la ventana de una oficina del séptimo piso.

Noticiarios de televisión en El Paso informaron que la bala entró en la oficina del administrador asistente de la ciudad, Pat Adauto, quien resultó ileso.

También en Ciudad Juárez, la policía local reportó el hallazgo del cuerpo decapitado de un hombre en el fraccionamiento Seminario, a una cuadra de la casa del candidato a alcalde del PRI, Héctor Murguía Lardizabal.

En el municipio serrano de Guadalupe y Calvo, al sur de Chihuahua, un sujeto mató de cinco balazos a una niña de 9 años e hirió de gravedad a su hermana, de 16 años, quien recibió varios impactos en las piernas.

De 4 a 9 se elevó el número de cadáveres hallados hasta la tarde de ayer en fosas clandestinas ubicadas en las inmediaciones de una finca del municipio de Benito Juárez, Nuevo León, en las faldas del Cerro de La Silla, la cual era utilizada como campamento de criminales. En el lugar los militares aseguraron cinco camionetas.

La ciudad de Querétaro fue escenario de un enfrentamiento de más de dos horas entre elementos de la Procuraduría de Justicia de la entidad y presuntos sicarios, con saldo de un agente muerto, cinco heridos y seis detenidos, al parecer integrantes del cártel de La Familia michoacana.

Después de la refriega, las autoridades locales anunciaron la instalación de retenes policiacos en diferentes puntos del estado. El uniformado que murió se llamaba Juan Carlos Cabrera Ruiz.

En el municipio de Xochitepec, Morelos, siete integrantes de una familia que viajaban en una camioneta fueron baleados por desconocidos. Fallecieron Mario Estrada y su hijo Álvaro Estrada, de 14 años, y los restantes, entre ellos cuatro menores, resultaron heridos.

El crimen organizado cobró la vida de tres personas en Sinaloa, entre ellas Rosa Ríos Cruz, y su hija Perla, de seis años, quienes fueron acribilladas en Culiacán cuando viajaban en una camioneta. Otras tres mujeres, dos de ellas menores, quedaron lesionadas.

En Tijuana, Baja California, miembros del hampa cometieron seis homicidios, incluido el de una mujer cuyo cuerpo fue hallado descuartizado dentro de un tambo.

Elementos de la Agencia de Seguridad del estado de México fueron atacados por desconocidos en el Circuito Exterior Mexiquense. En la emboscada murió el uniformado César Bustamente y otro resultó herido.

En Jalisco, Ricardo Rubio González, uno de los dos agentes de la procuraduría de justicia del estado que fueron tiroteados el martes en el municipio de Zapopan, falleció ayer.

De los cuatro asesinatos restantes, dos ocurrieron en el municipio de Cajeme, Sonora, y uno cada uno en Arteaga, Michoacán, y Uriangato, Guanajuato. En esta última entidad la víctima tenía un mensaje clavado en el pecho.