Economía
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El movimiento en Tianjin Mitsumi Electric, otra muestra del persistente malestar laboral

Siguen huelgas en fábricas chinas, en demanda de mejor salario y trato justo

Anteriores paros interrumpieron labores en empresas de automóviles Toyota y Honda

 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de julio de 2010, p. 25

Tianjin, 1º de julio. Una huelga en una fábrica electrónica de una empresa japonesa en el norte de China paralizó la producción el jueves, un paso más en el cada vez más enconado enfrentamiento entre las compañías y sus empleados, en uno de los motores de la economía mundial.

Los empleados de la fábrica Tianjin Mitsumi Electric continúan la huelga que comenzó el martes. Pancartas hechas a mano con las demandas de los trabajadores colgaban en el portón de la fábrica, mientras unos 30 trabajadores se juntaron cerca de la entrada, bajo la lluvia, vitoreando a los periodistas en el exterior.

La planta es propiedad de Mitsumi Electric, fabricante de componentes electrónicos. Los traficantes humanos no son bienvenidos, decía uno de los carteles en el portón de la fábrica. Queremos incremento salarial y Queremos trato justo, decían otras pancartas de varios metros de largo.

Mitsumi Electric informó que la planta, donde laboran más de 3 mil 300 empleados, había detenido la producción porque algunos de sus obreros reclamaban mayores salarios y mejores beneficios.

La compañía indicó que estaba conversando con los trabajadores y que el impacto de la huelga es limitado.

Esta planta es el más reciente objetivo de alto perfil del lento pero persistente malestar laboral que azotó a las compañías de propiedad extranjera, muchas veces vulnerables por su posición en la compleja cadena de suministros y por un rígido mercado laboral.

Durante las últimas semanas los trabajadores en huelga exigieron mayores salarios de los fabricantes de autopartes y otras empresas industriales, en especial de las compañías japonesas con negocios en el sur.

Los trabajadores, muchos de los cuales son inmigrantes de pueblos pobres, dicen que los salarios no se mantienen a la par con el incremento de los precios o las ganancias que obtienen las compañías que utilizan a China como base de la producción de bajo costo.

Huelgas anteriores interrumpieron la producción de los fabricantes de autos Toyota y Honda, y han dejado al descubierto las demandas de los 150 millones de trabajadores inmigrantes chinos, especialmente de los jóvenes que buscan asegurarse una posición de prosperidad en las ciudades.