Monterrey, N.L.- 1º de julio. Ante las afectaciones que causó el paso del huracán Álex en su territorio, el gobierno de Nuevo León solicitó la declaratoria de emergencia así como el dictamen de la Comisión Nacional del Agua que constate la ocurrencia del fenómeno meteorológico, con el fin de tener acceso a recursos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden).

El gobernador Rodrigo Medina de la Cruz informó que solicitará la participación de los fondos federales para los municipios de Nuevo León en lo relativo a insumos para la población afectada. Además, formalizó el anuncio de suspensión de clases este viernes –desde prescolar hasta nivel superior– para reanudar el próximo lunes.

Tras presidir en el C5 la sesión permanente del Comité de Contingencias Hidrometeorológicas, el Ejecutivo local llamó a la población de la entidad a tomar las necesarias providencias, puesto que aun cuando las lluvias disminuyan o incluso se detengan totalmente en las próximas horas, debe tomarse en cuenta que las bajadas de agua y las crecientes en los ríos y arroyos continuarán.

No podemos confiar que con el cese de las lluvias ya no habrá riesgo para la integridad física de las personas, que pueden correr el riesgo de ser arrastradas por el caudal de los afluentes, alertó Rodrigo Medina de la Cruz.

Indicó que de acuerdo con el más reciente reporte, 4 mil 109 personas han sido trasladadas a lugares seguros, de las cuales 63 por ciento se albergó en domicilios de familiares o amigos y el resto fue llevada a sitios habilitados ante la contingencia ambiental.

En estos lugares se instaló la asistencia médica y de alimentos suficiente para quienes deban permanecer el tiempo que sea necesario.

La entidad ha registrado índices de precipitación con un acumulado de agua promedio de 242.16 milímetros. La Comisión Federal de Electricidad reportó 61 mil 339 personas sin el servicio.

Medina de la Cruz sobrevoló los municipios afectados por las torrenciales lluvias y supervisó los niveles de las presas Rompepicos y de la Boca.