Manchas blancas en la piel y falta de energía son las evidencias más visibles de la desnutrición en los niños. Así estaban los habitantes de Tenexatlajco en la región centro de la montaña de Guerrero. La mitad consumía refrescos tres veces al día, pero luego de eliminar su consumo, así como el de frituras, a los seis meses prácticamente desaparecieron los signos de la deficiencia nutrimental.

Esta evidencia será presentada por la organización El Poder del Consumidor a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) para respaldar el anteproyecto de lineamientos a fin de regular los alimentos que se expenden en planteles de educación básica.

Por separado, el secretario de Salud, José Angel Córdova Villalobos, señaló que si nos pusiéramos estrictos, como dice la industria de alimentos, tendría que prohibirse la venta de alimentos en las escuelas, principalmente porque 85 por ciento de los niños llega ya desayunado.

Insistió en que en un gobierno democrático se dan todas estas opciones de diálogo y lo hemos estado haciendo desde hace tres años. Las empresas han argumentado desde hace tres años sobre los grandes esfuerzos para tratar de modificar sus productos. Y lo hemos reconocido, pero el problema existe y es muy grave, señaló en torno al sobrepeso y obesidad que afecta a 70 por ciento de los adultos y casi una tercera parte de la población infantil.

En entrevista luego de la inauguración de la ludoteca y un área de descanso para padres de familia en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, el funcionario recalcó que la obligación del Estado, prevista en la ley, es velar por la educación en nutrición de los niños, lo que involucra el aspecto educativo, el ejercicio físico y la regulación de alimentos para que la cooperativa escolar sea un espacio de aprendizaje sobre cómo equilibrar el menú.

Al subrayar la decisión de la Ssa de llevar adelante la regulación en las cooperativas escolares, recordó que los alimentos industrializados representan 20 por ciento de los productos disponibles en los planteles y que si fuéramos estrictos ni siquiera debe-rían existir las cooperativas. Lo único que se debería garantizar es el abasto de agua potable.

Agregó que 85 por ciento de los alumnos desayuna en su casa y del restante 15 por ciento, que llega en ayunas, la mayoría sólo necesita levantarse más temprano para dar de desayunar a los niños. No es por falta de recursos.

Poco antes, en conferencia de prensa El Poder del Consumidor, que dirige Alejandro Calvillo, presentó los resultados del trabajo que se realizó en la comunidad de Tenexatlajco, donde las autoridades de una telesecundaria, donde no hay luz ni mucho menos televisiones, decidieron prohibir la venta de refrescos y alimentos procesados, y luego sustituirlos por productos caseros.

Xaviera Cabada, nutrióloga de la organización civil, explicó que anteriormente 60 por ciento de los alumnos se tomaba un refresco durante el desayuno; 80 por ciento lo consumía con la comida y la mitad tomaba una bebida gaseosa tres o más veces durante el día. En sólo seis meses se observaron cambios sustanciales en el aspecto de los educandos, principalmente la desaparición de las manchas blancas en la piel y el incremento de su energía durante las actividades escolares.