Domingo 4 de julio de 2010, p. a17
Con gritos y peleas, en Japón manifestantes recibieron el estreno de The Cove, controvertido documental ganador de un Óscar sobre una espeluznante caza anual de delfines.
La película, que muestra delfines que son acorralados en una caleta y luego sacrificados, ha encontrado en ese país una feroz oposición de grupos que la califican de antijaponesa
y afrenta a la cultura tradicional.
Decenas de policías y unos 50 manifestantes en favor y en contra de la proyección se enfrentaron a las puertas de un cine en Tokio.
¡No intimiden a los pescadores!
, decía un cartel, mientras un manifestante agitaba la bandera imperial japonesa.
Australia mata tres millones de canguros por año, pero nadie hace algo
, dijo Nobuo Kikuchi, de 62 años, mientras sostenía un cartel con la leyenda: Paren la discriminación racial contra los japoneses.
Me gustaría saber por qué se han convertido en blanco
, preguntó.
Cancelan funciones
El temor a que las protestas molesten a espectadores provocaron cancelaciones de funciones en dos salas de Tokio y una en Osaka, de acuerdo a Unplugged, la distribuidora local.
Dirigida por Louie Psihoyos, ex fotógrafo de National Geographic, el documental sigue a ecologistas que se enfrentan a la policía japonesa y a pescadores para tener acceso a una caleta apartada en Taiji, famosa por ser un centro de caza de ballenas.
Los espectadores tomaron la controversia con calma; algunos dijeron que sólo querían saber qué pasaba.
Que los japoneses matan y comen delfines es un hecho, pero muchos no saben nada al respecto. Por eso es que queremos aprender y ver la película
, dijo Tetsushi Matsuoka, de 33 años.
Por largo tiempo, Japón ha sostenido que matar y comer ballenas es una tradición cultural apreciada y realiza cazas anuales, con el argumento de que realiza investigación.