Por la crisis, Berlusconi pide a compatriotas que vacacionen en casa
Jueves 8 de julio de 2010, p. 25
Roma, 7 de julio. Miles de manifestantes de L’Aquila, ciudad golpeada por un terremoto el año pasado, se enfrentaron hoy con la policía antes de llegar a la casa del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, para exigir más ayuda estatal para reconstruir sus viviendas.
La protesta de unas 5 mil personas paralizó el centro de Roma y representó un gran golpe para Berlusconi, quien reiteradamente ha presentado su respuesta efectiva al terremoto de abril de 2009 como uno de los principales triunfos de sus dos años de gobierno.
Tres personas resultaron levemente heridas cuando la policía antidisturbios intentó controlar a la multitud, que logró llevar la protesta justo fuera de la residencia privada de Berlusconi.
Venimos aquí para pedir colectivamente ayuda y somos golpeados
, dijo indignado el alcalde de L’Aquila, Massimo Cialente.
Residentes de L’Aquila, donde más de 300 personas murieron en el desastre, se quejan sobre la lenta reconstrucción de su ciudad medieval y quieren que el gobierno extienda las exenciones de impuestos para las víctimas.
Berlusconi a menudo alardea en televisión que las nuevas casas en la ciudad fueron construidas en tiempo récord. El primer ministro realizó la cumbre del Grupo de los Ocho del año pasado en L’Aquila, en una demostración de solidaridad con las víctimas.
Los manifestantes pidieron la exención de impuestos para los damnificados, cuya medida expira en diciembre, y una ley especial para el desarrollo y la reconstrucción de la ciudad, ubicada en el centro de la península ibérica.
Los residentes dicen que tras una ola inicial de iniciativas que llamaron la atención de la prensa italiana, muchos debieron valerse por sí mismos cuando el dinero de la reconstrucción se acabó.
“El Proyecto Casa es una broma. Sólo unas pocas personas recibieron casas nuevas. El resto de nosotros sigue en la misma situación. No hay proyectos para reconstruir el centro histórico. L’Aquila está muerta y hemos sido olvidados”, dijo un manifestante.
Pierluigi Bersani, jefe del mayor partido de oposición, y el ex magistrado anticorrupción Antonio di Pietro, quien ahora lidera un partido opositor más pequeño, abandonaron el Parlamento para apoyar a los manifestantes.
Los manifestantes también temen que un presupuesto de austeridad del gobierno, que busca reducir el déficit, sea un golpe doble debido a que planea reducir fondos para las regiones del país.
Mientras, Berlusconi exhortó a sus compatriotas a pasar las vacaciones en su casa, en su patria de cielo y mar
, en un nuevo anuncio televisivo que busca impulsar una economía que lucha por salir de la recesión económica.