El PRI rechazó ayer que sea el gran perdedor de los comicios del 4 de julio y destacó que no teme a las alianzas que ya se anuncian en la oposición. Mientras, el PRD puntualizó que los resultados del domingo son una muestra de que el tricolor no tiene asegurada la Presidencia de la República en 2012.

Al continuar ayer el análisis sobre la jornada electoral, el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, manifestó que la percepción de que ya no había nada qué hacer y que una fuerza política se encaminaba claramente hacia 2012 en un paseo triunfal, quedó desbarrancada en los comicios pasados.

Señaló que además de cambiar esa impresión, la alianza PRD-PAN-Convergencia regresó al país la competencia electoral, en momentos en que una fuerza política ya se estaba repartiendo las oficinas de Los Pinos y Palacio Nacional.

Se logró emparejar el terreno del juego, que había quedado totalmente desnivelado luego de 2009; hoy partidos y aspirantes a cargos de elección popular saben que nada está ganado para nadie y nada está perdido. Ninguna fuerza tiene escriturado su regreso a la Presidencia de manera automática y ninguna fuerza tiene asegurada su permanencia en el gobierno como si fuera natural, explicó.

El coordinador de los senadores perredistas consideró que uno de los principales beneficiados de las alianzas que construyó el PRD es Andrés Manuel López Obrador, quien ayer anunció su intención de contender por la Presidencia de la República.

Gustavo Madero, coordinador de los senadores del PAN, expuso que hay una nueva realidad electoral en el país y que el PRI está tratando de generar un discurso antialiancista.

Pero el que se vuelva antialiancista en estos momentos se está volviendo antidemocrático porque no reconoce la voluntad mayoritaria de los electores ni lo que quieren: programas que solucionen sus problemas.

El panista agregó que el principal ganador de los comicios es el ciudadano, y los grandes perdedores, los cacicazgos.

Los diputados Francisco Rojas, del PRI, y Josefina Vázquez Mota, del PAN, en la sesión de ayer de la Comisión PermanenteFoto Marco Peláez

Francisco Rojas Gutiérrez, líder de los diputados federales del PRI, señaló que es incorrecta la apreciación de que el gran perdedor fue su partido y en especial el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

Argumentó que de 12 gubernaturas que estuvieron en juego el PRI ganó nueve y obtuvo la mayoría en 11 de los 14 congresos estatales en disputa.

Refirió que su partido también ganó el Congreso y todos los municipios de Baja California, que estaban en manos del blanquiazul. Pero lo mejor es que 50.5 por ciento de todos los votos emitidos fueron para el PRI, es decir, más de los que obtuvieron los demás partidos juntos.

Rojas agregó que el tricolor no teme a las alianzas, pues sabemos competir, sabemos ganar y sabemos perder.

Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores del PRI, secundó la posición de Rojas. Destacó que el tricolor fue el más votado en las elecciones del 4 de julio, y dijo que el domingo pasado brilló el deseo de alternancia de muchos mexicanos.

Entre los ecos de la jornada electoral, ayer los senadores Ricardo Monreal, del PT, y Minerva Hernández y Antonio Mejía Haro, del PRD, informaron a la Comisión Permanente su reincorporación a las actividades legislativas luego de participar en el proceso elecrtoral.

Hernández y Mejía fueron candidatos del PRD a las gubernaturas de Tlaxcala y Zacatecas, y Monreal participó en la campaña del PT en el segundo estado.

El anuncio de los legisladores se realizó en breve sesión de la Comisión Permanente, que concluyó después de las 13:30 horas, precisamente cuando comenzó el partido del Mundial de Futbol de Sudáfrica entre Alemania y España.

Quedaron pendientes de desahogar unos 30 puntos de acuerdo y la presentación de 17 iniciativas de diputados y senadores.