Mientras los funcionarios de Migración y policiacos sigan siendo cómplices de la delincuencia organizada y existan estructuras institucionales corrompidas, aumentará el secuestro de indocumentados, en los que la tónica es la tortura, que incluye mutilaciones, utilización de ácido, abusos sexuales y múltiples vejaciones; incluso se podrían rebasar las proyecciones de organismos defensores de derechos humanos.

Espusieron lo anterior integrantes de Belén Posada del Migrante, de Saltillo, Coahuila, durante la presentación del sexto informe sobre la situación de los derechos humanos de las personas migrantes en tránsito por México.

En conferencia de prensa, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, y Gabriel Pérez Duperou, acompañados por Leopoldo Maldonado, del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez, indicaron que en tanto los migrantes centroamericanos sean percibidos como mercancía que puede entregarse a las bandas de secuestradores a cambio de dinero, la situación no mejorará. Advirtieron que las estimaciones hechas el año pasado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la cual expuso que en el primer semestre de 2009 hubo más de 9 mil plagios de migrantes, y auguró que habría más de 18 mil al término de ese año si no se tomaban medidas, podrían quedar ampliamente rebasadas este 2010.

Ante tales circunstancias, demandaron a la Secretaría de Gobernación invitar a Felipe González, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y relator especial de Trabajadores Migratorios, para que haga una auscultación en el país, ya que la incapacidad de la política migratoria mexicana se está traduciendo en una crisis humanitaria debido al secuestro de migrantes centroamericanos.