Oberhausen, Alemania, 9 de julio. El molusco más célebre del mundo, el pulpo Paul, tardó sólo unos pocos segundos para augurar hoy el triunfo de España sobre Holanda en la final del Mundial de Sudáfrica. Asimismo, predijo que la mannschaft vencerá a Uruguay en la disputa por el tercer lugar.

Desde su acuario ubicado en esta ciudad, el octópodo adivino levantó la tapa de la caja señalada con la bandera hispana y se comió el mejillón que estaba adentro, en lugar del holandés.

De manera increíble, un número importante de casas de apuestas británicas en las que se apostaba por la victoria de la naranja cambiaron de tendencia después del vaticinio del molusco.

“El efecto Paul ha dado la vuelta a las apuestas”, indicó la empresa del sector de los juegos de azar Paddy Power, la cual anunció un monto récord para un partido de futbol, en el que ya hay varias decenas de millones de libras puestas sobre la mesa.

Lo que empezó como un truco publicitario y luego pasó a ser broma, ahora ocupa –y por momentos preocupa– al público de todo el globo, incluida la comunidad científica.

Si el pulpo vuelve a acertar habrá predicho correctamente ocho partidos mundialistas. Una verdadera proeza matemática. Ya los seis primeros juegos que acertó son una hazaña, pues según los cálculos de un científico alemán las posibilidades de lograrlo son sólo de dos por ciento.

El profesor de Estadística y Probabilidad David Spiegelhalter acusó a Paul de haberlo ridiculizado de por vida. Maldito pulpo, me sepultó en el ridículo, destruyó la obra de toda mi vida, escribió el experto de la Universidad de Cambridge en el diario británico Times.

Por su edad, difícilmente Paul llegará a Brasil 2014, pero empresarios españoles del consejo orensano de O Carballiño ofrecieron 30 mil euros para comprarlo, para convertirlo en símbolo de la zona y promocionar la feria del pulpo de la localidad, el segundo domingo de agosto, a la que invitarán a la selección española.