Fiesta antirracista
n medio del severo plan económico que asfixia a la sociedad helénica, y también en el contexto de las manifestaciones más grandes de los pasados 30 años, los griegos se dan un respiro y organizan, junto a migrantes y refugiados, una gran fiesta antirracista, la más grande en Atenas en su tipo, una fiesta de colores, música y alegría, pero también intensamente crítica y preocupada, rica tanto en pueblos y culturas como en actividades políticas
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En el parque Gudi, en el corazón de Atenas, se reúnen este fin de semana unas 20 mil personas dentro del ya famoso Festival Antirracista, una fiesta de verano abierta a migrantes, pero también a todos aquellos que ya no aguantan la política económica que saquea las vidas de muchos para salvar la de sus pocos y especiales seguidores
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Organizado desde hace 15 años por la Coordinadora de Organizaciones de Migrantes y de Antirracistas, el festival se enmarca ahora en la actual crisis económica y en la revuelta que han provocado las recientes medidas económicas impuestas por el gobierno del primer ministro George Papandreou.
El parque luce espléndido. Cientos de organizaciones de las más diversas luchas y resistencias se dan cita bajo el lema: Los migrantes no son nuestros enemigos, nuestros enemigos son los que nos roban nuestra vida
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Los temas a tratar en este emisión del festival son: La crisis mundial y la dictadura del FMI, el racismo y la violencia de la ultraderecha, los derechos laborales y la necesidad de una organización en conjunto para la lucha de la gente de acá y para los trabajadores extranjeros, Palestina, los presos políticos, las drogas, el regreso de los refugiados políticos y la relación entre el deporte y el racismo, entre otros.
El festival es autogestionado, echado a andar por el trabajo voluntario de cientos de participantes. Aquí nadie cobra y todos ponen, menos los migrantes, a cuyo beneficio está destinado.
Conciertos, teatro, exposiciones fotográficas, pláticas y cientos de puestos en los que cada organización muestra su trabajo inundan el Gudi. Desde América Latina llega la presencia de la fábrica recuperada Zanón, de Neuquén, Argentina, y a través de la voz de Jorge exponen la forma en que llegaron a la autogestión después de la crisis de 2001.
La intención, dicen los organizadores, es ponernos frente a las cada vez más crecientes, formales e informales, prácticas de fobia y racismo y demostrar que si en su cuento hay un dragón, el dragón no se esconde ahí donde nos dicen: No son los migrantes nuestros enemigos, nuestros enemigos son los que nos roban nuestra vida
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