Las ventas de automóviles nuevos en México durante los primeros cinco meses del año se ubican en el mismo nivel de las reportadas hace más de una década, aseveró Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

El sector sólo ha experimentado recuperación con el repunte de las exportaciones por el crecimiento de la demanda en otros países, particularmente en Estados Unidos, mientras aquí se mantiene muy bajo el índice de confianza del consumidor y la compra de bienes durables, indicó en entrevista.

Si bien manifestó que las cifras de 2010 muestran mejoría en comparación con las de 2009, aún no se recupera el nivel de ventas que había antes de que estallara la crisis financiera.

La cifra de autos vendidos entre enero y mayo de este año se ubica 28 por ciento por debajo de las alcanzadas en 2008.

La situación en el mercado interno es muy crítica, con niveles bajos históricos, porque nos regresa más de 10 años, expresó.

En los primeros cinco meses se vendieron 311 mil vehículos, lo que representa menos de la mitad de los 710.2 mil que se exportaron, según cifras de AMIA.

Eduardo Solís consideró que la eliminación de la tenencia vehicular, como parte de la reducción de cargas fiscales en la compra de automóviles nuevos, así como el fortalecimiento del crédito para adquirirlos, anunciadas por el presidente Felipe Calderón, favorecerán al sector, pero admitió que no se ha calculado cuánto se incrementarán las ventas.

Dijo que primero deben estar listas las reglas para que los distribuidores tengan acceso a fondos. Dichas normas, según las autoridades, tenían que estar listas la semana que concluyó, pero no fue así. De acuerdo con Solís, deben ser sencillas para lograr que participen todas las agencias distribuidoras.

Antes del anuncio de esas medidas el sector pronosticó la venta de 800 mil unidades este año, pero el dirigente de AMIA puntualizó que deberán pasar varios meses para evaluar cómo reacciona el consumidor.

A la fecha, el índice de confianza del consumidor para la compra de bienes durables está 25 por ciento por debajo del reportado antes de la crisis. Por ello, Solís enfatizó que lo más importante es lograr que los clientes regresen a las agencias de automóviles.

–Si el mercado interno está deprimido en general, ¿cómo creer que van a comprar un coche si tienen que satisfacer otras necesidades?

–Los consumidores están posponiendo la compra de bienes durables y la manera de atraerlos al mercado es decirles que las cargas fiscales están bajando, porque con la eliminación de la tenencia y el acceso al crédito podrán pagar el seguro o el enganche –subrayó.