Depresión tropical y nacional
os ríos se salieron de madre. Las presas desbordan, llenas, muy por encima de su capacidad. La orgullosa Sultana de Monterrey en ruinas y a duras penas sobreviven miles de damnificados, sin agua potable, sin energía eléctrica, dependientes de la solidaridad de sus compatriotas. O de la que brota de los poderosos cuya riqueza se fincó en las duras tierras de Nuevo León y no olvidaron ni el nixtamal ni la mano extendida de generales que pelearon en la Revolución.
Ni modo. Los recursos federales son de riego por goteo y el Fonden es galimatías burocrático, falso cinturón de castidad, laberinto kafkiano para dar vueltas al dinero y evitar que se lo roben
los de otros órdenes de gobierno. Todavía hay clases. Quizás por eso tuvieron los panistas que renovar fuero de funcionario a la decente señora que puso ahí Fox el incontinente. Y por eso tuvo que justificar Felipe Calderón los vericuetos programados para la entrega de ayuda en casos de desastre. En Nuevo León, en Tamaulipas, ofrecería sus buenos oficios para apresurar el paso. ¡Las cosas de Palacio van despacio! Y los que tienen el agua al cuello, que pidan agua de beber a gritos.
Ahí viene la crecida del río Bravo y el inefable director de Conagua chapotea en la inconciencia. Los trabajadores de Recursos Hidráulicos recuerdan que en cuanto llegaban las aguas, en previsión de las depresiones tropicales, se desfogaba 20% de las aguas de las presas. Los pobladores de Anáhuac fueron desalojados y llevados a Nuevo Laredo. El agua del Bravo ya casi cubre los puentes; cerrado el principal, tapado el flujo de bienes. Y regresan los de Anáhuac, los de los altos, los de abajo; los que saben navegar el desierto, raspar la lechuguilla, hervir la candelilla para obtener la fina cera y deformarse los dedos de las manos. Por eso habló recio el gobernador Eugenio Hernández. Pero la incuria de José Luis Luege hizo que su jefe explicara que los agricultores de Tamaulipas presionan, ejercen poder político. Y por eso dejaron desbordantes las presas.
En Monterrey alzan la voz los de abajo. ¡Ahí vienen cien millones de pesotes, güercos! Ya habrá tiempo para que los priístas justifiquen cada centavo y los cabildos aprendan a administrar fondos de emergencia con paciencia. Y eso en el norte criollo. En Tamaulipas del campo fértil; Nuevo León industrial y mercantil, donde han florecido las fortunas de los grupos Monterrey
y los encapuchados de Chipinque; Coahuila, cuyos hijos viven al día sobre piso de metal, mineros cuyas vidas pagan las riquezas de los Larrea y sus cómplices del gobierno.
También se salieron de cauce las aguas en el sur indígena y pobre (según sesudos analistas, como si en Durango, en Chihuahua, en Coahuila no hubiera miseria y pueblos indios). Las del río Ostuta, en Oaxaca, arrasaron con San Francisco Ixhuatán el 27 de junio de la alternancia y las coaliciones para acabar con los cacicazgos. Ahí, licenciado Gómez Mont, las elecciones fueron pretexto para dejar que se llevara el diablo a los habitantes de la región. La derecha panista y la izquierda perredista montaron retenes para impedir que los rateros del PRI llegaran a regalar despensas
y compraran votos. Los del tricolor hicieron lo suyo. ¡Aguanten! Después de las elecciones, la ayuda.
Así dan ganas de que apresuren las elecciones presidenciales adelantadas por el desbordamiento de las ambiciones y ficciones de coaligados que esperan ver caminar sobre el agua a Manuel Camacho. ¡Ganamos!, es el clamor en Puebla, Oaxaca y Sinaloa. Y César Nava grita: ¡voto por voto, casilla por casilla!, del brazo de Jesús Ortega, y en Durango, en la tierra de Francisco Villa, donde nació el Centauro del Norte que en Chihuahua entró a la historia. Cuando el río suena... Andrés Manuel López Obrador acude a la W y flota: Soy candidato ahora y en 2012; a ver qué partido da el registro; conduzco un movimiento con 15 millones de seguidores. Y se inundó el DF.
El PT, en voz de Alberto Anaya, ratificó su entrega al estratega de Nacajuca. ¡Qué depresión tropical ni quú nada! Marcelo Ebrard se arregló el peinado y despejó los malos pensamientos. Ningún acuerdo ha violado López Obrador, declaró solemnemente el alumno de Manuel Camacho que aspira a alcanzar el diplomado de candidato donde reprobó su maestro y guía. Ah, eran los años del salinismo, jefe del jefe del Departamento del Distrito Federal que hoy pastorea a Jesús Ortega y a todas las ovejas de lo que fuera combativo tribalismo. Y dice Ebrard que en 20 años han hecho más por la ciudad capital que el PRI en 60: ¿Incluidos los del jefe Camacho y su segundo de a bordo, Marcelo? En fin. Si uno no quiere dos no riñen. Ya dijo López Obrador que va a cumplir lo pactado.
Unidad para la izquierda fracturada para servir a la derecha extrema, para que Jesús Ortega presumiera triunfos en Oaxaca, en Puebla, en Sinaloa. Ahí, donde Gabino Cué tendrá que encontrar la cuadratura el séptimo círculo para conciliar los intereses encontrados de Diódoro Carrasco y José Murat, los de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador. ¿Agua y aceite? No, alquimia pura. O en Puebla de los Ángeles, la mochería y la reacción que permanece, donde el nieto Rafael Moreno Valle lanzó la candidatura de Marcelo Ebrard a la Presidencia, mientras busca el modo de servirle al panismo y cumplirle a Elba Ester Gordillo. De Sinaloa, ni hablar: Mario López Valdés, Malova, ya dijo que es independiente y nada cederá a partido alguno; en tierra de los Leyva, el de Palacio no atenderá más voz que la de Juan S. Millán.
Al llegar los combates intestinos, los revolucionarios dieron en decir: Semos de los mesmos, pero andamos devididos
. No pueden decir lo mismo las izquierdas a las que Cuauhtémoc Cárdenas llama a la elección interna de su candidato para el 2012. Manuel Camacho es el converso, apóstata que se proclama consejero áulico de la izquierda para acabar de una vez y para siempre con el priísmo de todos tan temido, que lo despreció cuando su amigo Carlos Salinas optó por Luis Donaldo Colosio. Unidad, porque divididos nos van a derrotar, repite. Pero las coaliciones se salieron de madre y ahora es cada quien para su santo: desde Alemania, Carlos Navarrete afirma que México está maduro para que ... las coaliciones legislativas se produzcan también en el gobierno
.
El gobierno en México se integra por tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El autopostulado aspirante a candidato presidencial querría decir el Ejecutivo que se deposita en un individuo. Y ese soy yo, responde el presidente legítimo. Por lo visto, quieren preservar la coalición hasta 2011 para enfrentar a Enrique Peña Nieto; y adelantar las elecciones presidenciales, darle al del estado de México el obsequio de consolidarse, convertirse en adelantado
para recuperar Los Pinos si los coaligados no derrotan al candidato del PRI a gobernador. Por lo pronto, montarán la versión siniestra del Todos Unidos Contra Madrazo, para que el de Tabasco tenga que esperar que bajen las aguas para volver a ponerse su banda tricolor.
Del PRI, las cuentas de Francisco Rojas, líder de la bancada en San Lázaro: hubo elecciones en 15 entidades. Con y sin ábaco, el PRI obtuvo más de 50% del total de votos emitido; más diputados y munícipes; y nueve de doce gobernadores.
Ya lo dijo el santo papa: sólo Veracruz es bello. Afuera es tarde y llueve tanto...