Mayagüez, 16 de julio. Pese a presentarse dificultades de todo tipo, los 21 Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010 arrancan este sábado, con alrededor de 5 mil atletas de 31 países y Cuba como único ausente.

La fiesta deportiva más antigua de todas las justas regionales comenzará oficialmente con una vistosa y musical ceremonia de inauguración en el nuevo estadio Olímpico de Mayagüez.

Desde problemas de presupuesto, amenazas de huelgas y hasta cambios de última hora en el calendario competitivo, los JCC han estado marcados por controversias de toda índole.

La más significativa fue el hecho que dejó fuera de las competencias a Cuba, nación que más títulos y medallas ha ganado en 84 años de historia de estos juegos, cuyas autoridades atribuyeron su ausencia a razones de seguridad y falta de garantías para sus deportistas en Puerto Rico.

Por tercera vez la isla caribeña se pierde una cita regional, dando espacio para que México, su más encarnizado rival deportivo en el área, pueda desplazarla como el país que más medallas en general ha ganado en este certamen.

Cuba, uno de los países fundadores de los Centroamericanos en 1926 –junto con México y Guatemala– estuvo ausente en las ediciones de Venezuela 59 y El Salvador 2002.

No obstante, en sus 18 participaciones anteriores ha conseguido un total de 3 mil 60 medallas, repartidas en mil 623 de oro, 823 de plata y 614 de bronce.

La delegación mexicana, presente en todas las ediciones, le sigue en el medallero general con dos mil 828 preseas (993-983-852), y su objetivo en Mayagüez 2010 es conseguir 250 de los tres colores, pero sobre todo doradas, las cuales determinan el dominio, y superar la cifra de 145 logradas en San Salvador sin Cuba.

Con la presencia del presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Felipe Muñoz Kapamas, el titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) Bernardo de la Garza, manifestó su apoyo a los competidores y dijo que se encuentran en esta ciudad con la encomienda de hacer historia.

“Estamos obligados a hacerlo –el palmarés de México nos pide ocupar el primer lugar–, pero más allá de eso queremos ganar más medallas de las que antes se han logrado en una justa y estamos optimistas en que se pueda conseguir”, expresó durante la ceremonia de izamiento de la bandera mexicana en la Villa Centroamericana, donde se incluye a cada una de las delegaciones participantes, en la que estuvieron los clavadistas Yahel Castillo, Iván García y la judoca Vanessa Zambotti, así como el equipo femenil de basquetbol.

Se ha llegado hasta acá para hacer historia, exclamó ante Muñoz Kapamas y el gobernador de la Villa, Nelson Vélez.

Más temprano, De la Garza manifestó a un grupo de atletas mexicanos que es momento de dar la vuelta a la página, en relación con los retrasos que tuvo la delegación en el periplo hacia Puerto Rico, incluido el susto por la avería en la turbina del avión poco después del despegue desde Cancún, percances que ya costaron el puesto a uno de los funcionarios de la Conade, el medallista olímpico en ciclismo, Manuel Youshimatz.

Los juegos también estuvieron marcados por la negativa de la Concacaf de conceder el aval para realizar los torneos de futbol (varonil y femenil), debido a las pobres condiciones de los terrenos de juego seleccionados, y amenazó a los países inscritos con sancionarlos si participaban en una competencia no avalada por ese organismo.

Tras varios días de enfrentamientos, la solución encontrada fue pedir al Comité Olímpico venezolano que organizara el futbol, pero bajo el amparo de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol), a la cual pertenece también Venezuela.

En lo social, los Centroamericanos también están amenazados por una huelga estudiantil y protestas de ex trabajadores gubernamentales, despedidos por la política de ajuste financiero llevada a cabo por el nuevo gobernador de la isla boricua.

La ola de criminalidad que afecta al país a causa del narcotráfico también se extiende al oeste de Puerto Rico, aunque las autoridades esperan que no afecte los juegos, debido al reforzamiento de seguridad y al reciente arresto de 400 sospechosos de tráfico de drogas en el área.

Sin embargo, el enemigo insospechado son las fuertes lluvias que amenazan con opacar la inauguración y algunas competencias a campo abierto, como el atletismo.